—Tal vez si fuera otra persona, Belcebú habría usado sus garras para silenciar la ruidosa boca de la anciana. No estaba de humor para escuchar reprimendas cuando él mismo se había reprendido durante horas. Al mismo tiempo, no tenía ganas de matar a la anciana.
—Una lenta sonrisa que era un poco maliciosa apareció en sus labios —Conozco su fuerza mejor que nadie, pero conozco aún mejor el peligro que conlleva estar conmigo. Tú también, vieja bruja. Si deseas pasar más horas en tu vida. No te asocies. No te acerques a mí.
—No es mi lugar decir nada entre tú y ella. Pero puedo recordarte una cosa. Esa chica te ama. Mucho incluso. Será difícil que vuelvas a encontrar a alguien que te ame, mucho menos a una persona que te ame desinteresadamente. Si no quieres perderla, entonces quédate cerca de ella y jura dentro de tu corazón protegerla. Eso es si realmente la amas y quieres dejar de huir de ella.