—Ahora soy lo suficientemente fuerte para eso —dijo Felicie.
Ahora ya no era una simple mortal débil. Era la guardiana de este reino, y todo aquí estaba bajo su poder.
Podía controlar el golem de la cordillera, que incluso podía luchar contra expertos de rango Inmortal como Zeras y no perder.
Si recuperara todo su poder y lo llevara al reino superior, sería una potencia en sí misma.
Ella no era débil y podía estar a su lado durante sus viajes.
Pero su idea...
—No puedes acompañarme —replicó Zeras casi instantáneamente. La expresión de Felicie decayó.
—No porque seas débil. Incluso tengo que admitir, posees suficiente poder para ser temida incluso en los reinos superiores.
—Pero es porque mi camino es uno que solo puedo recorrer solo.
—Nadie puede ayudarme —respondió Zeras sinceramente.