Meses

Sus figuras se difuminaron, reapareciendo en el aire con puños y piernas colisionando a velocidades cegadoras.

Cada golpe enviaba ondas a través de la atmósfera, el aire chillando bajo la presión de sus golpes.

BOOM! BOOM! BOOM!

Sus auras chocaban, chispas de azur y púrpura encendiéndose como fuegos artificiales, pintando el cielo en tonos violentos.

Luchaban sin pausa, sin aliento, sus cuerpos moviéndose más rápido que el pensamiento, más rápido que el sonido. La tierra temblaba, y los cielos rugían con su furia mientras se empujaban más allá de sus límites.

Los minutos se difuminaban en horas. Las explosiones detonaban con cada choque, las ondas de choque extendiéndose como olas de marea, y las runas de la sala de entrenamiento comenzaban a perder su brillo, tambaleándose al borde de la destrucción.

Sin embargo, pronto...

BAM! BAM!

Atticus y Ozeroth colapsaron en el suelo, ambos jadeando. Sus pechos subían y bajaban mientras luchaban por recuperar el aliento.