Las estrellas que casi no brillaron

La furgoneta rodaba suavemente por la carretera, pero el silencio en su interior era cualquier cosa menos eso.

Los miembros de AMANECER, usualmente ruidosos y bulliciosos, en cambio miraban por las ventanas, aún sin superar el hecho de que no tenían fans en América.

—Eso fue extraño —finalmente dijo Zeth, rompiendo el silencio—. Se recostó hacia atrás, cruzando los brazos—. ¿La gente nos está manipulando? Nos dijeron que tenemos muchos fans internacionales.

—Jaeyong, siempre el lógico, colocó una mano bajo su mentón pensativamente —Según mis datos, alrededor del 50% de nuestros fans son de Asia, y el otro 50% del resto del mundo.

—Entonces… ¿qué significa eso? —preguntó Ren, echando un vistazo hacia atrás desde el asiento delantero.

—Jaeyong se encogió de hombros —Significa que si nuestros fans están distribuidos de manera uniforme, todavía estamos hablando de un porcentaje relativamente pequeño por país. Es como una pizca de fans a través de un gran panqueque.