Entre las criaturas sobrenaturales, los demonios del infierno bíblico son... especiales.
O tal vez la descripción más apropiada sería que son cobardemente irracionales y oportunistas.
Cuando se trata de ángeles, o incluso de otros demonios que son de la misma fuerza o inferiores a ellos, no dudan en intimidarlos tanto como pueden.
Pero en el momento en que se encuentran con un demonio mayor o un archidemonio, se comportan como niños pequeños perfectamente obedientes. O como cucarachas cuando se encienden las luces.
Cuando se trata de arcángeles o superiores, casi siempre recurren a suplicar por sus vidas o a ofrecer una variedad de servicios a cambio de su existencia continua.
Los ángeles casi nunca aceptan la oferta.
Sin embargo, hace unos momentos, estos demonios del octavo círculo tuvieron una reacción prácticamente nueva.
Porque esta era la primera vez que habían quedado tan completamente paralizados por el miedo.