¿Sueño cumplido?

Izanami era dolorosamente consciente del sonido de su propio corazón latiendo.

Pero una vez que se permitió sentir la plenitud del momento, fue devorada por más pavor del que podía manejar.

Todo era tan real.

La sensación de su mano contra su mejilla. El atractivo calor de su piel, y el aroma de su cabello

—T-Tu… cabello... —Izanami señaló.

—¿Mm? —Abadón intentó mirar la parte superior de su propia cabeza—. ¿Pensaba que te gustaba corto?

Izanami había visto a Abadón en su disfraz de humano una vez y desde entonces tenía una fascinación inmensa por las olas. Pero nunca se lo dijo.

Nunca se lo dijo a nadie.

—Esto…esto no está pasando... —Izanami se agarró la cabeza. Mientras su mirada estaba baja, de repente se dio cuenta de un hecho absolutamente aborrecible.

Estaba completamente desnuda.

—¡¡KYAAAA!!!!!

—¡E-Ey!

Abadón hizo una expresión confusa mientras Izanami intentaba lanzarse fuera de la cama con una manta envuelta alrededor de su figura.

—¿Mi amor?