La expresión de Luna se volvió sombría, sus ojos rojo sangre se estrecharon con determinación solemne. El aire a su alrededor se volvió pesado, como si el peso de sus próximas palabras amenazara con aplastar la realidad misma.
—El Segador del Vacío no es solo un arma. —Su voz era constante pero impregnada de un sentido ineludible de urgencia—. Es una llave divina, una que tiene el poder de desatar algo que no solo destruirá nuestro mundo... sino también el mundo humano.
Los ojos de Asher se oscurecieron, sus cejas se fruncieron en sospecha. —¿Por qué querría tu abuelo destruir nuestro mundo y su propia vida al hacer eso? —Su voz era una mezcla de incredulidad y tensión creciente.