Coordenadas

Kaizen echó un vistazo a Cephal, dándose cuenta de la intensidad de su enojo. La presencia del hombre se sentía como una tormenta a punto de estallar, y Kaizen sabía que necesitaría todas sus habilidades diplomáticas para lidiar con la situación.

—Cephal —empezó Kaizen, intentando mantener la calma en su voz—, entiendo que estás enojado, y tienes derecho a sentirte de ese modo. Pero tenemos que trabajar juntos si queremos salvar este mundo.

Cephal entrecerró los ojos, la ira aún ardiente en su mirada. —¿Trabajar juntos? ¿Después de todo por lo que he pasado? ¿De verdad crees que es tan fácil? —preguntó.

Odin, observando el intercambio, se mantuvo calmado, pero su presencia imponente dominaba el salón. Intervino, su voz profunda cortando la tensión en el aire. —Cephal, lo que sucedió era necesario para que comprendieras la gravedad de la situación. Ahora, más que nunca, necesitamos tu fuerza e inteligencia.