Yan, El Nigromante (Parte 2)

El pantano se transformó ante los ojos de Kaizen y Alaric, tornándose aún más oscuro y amenazante. La niebla, ahora tan espesa como la noche, los envolvía como un velo frío y opresivo. El suelo encharcado parecía moverse por sí solo, burbujeando y temblando, como si algo antiguo y malévolo estuviera despertando en las profundidades.

Kaizen intercambió otra mirada con Alaric, esta llena de urgencia. Sentía el peso de la decisión que habían tomado, la inevitabilidad del enfrentamiento que estaba por desplegarse. Yan ya no era el aliado que conocían, sino un adversario cuyo dominio del poder iba más allá de lo que podrían haber imaginado. Kaizen se preguntaba si alguna vez realmente habían conocido a Yan, o si él siempre había tenido esa oscuridad dentro de él, esperando el momento adecuado para revelarse.