Con la llegada de Karyk confirmada, el Señor Angélico aplastó el cristal en su mano.
El cristal se hizo añicos en miles de fragmentos, cada pieza disolviéndose en una nube de polvo que rápidamente envolvió el área.
El aire se llenó de una súbita oleada de energía, llamando la atención tanto de los ciudadanos como de los Clanes Altos que se encontraban en el Coliseo.
—¿Qué crees que estás haciendo? —exigió el Señor Dragón, estrechando los ojos al darse cuenta de la verdadera naturaleza del cristal.
No era solo una señal. También era un sello que utilizaba las leyes del cielo para encerrar un espacio y eliminar toda manipulación espacial dentro del reino.
Miró al Señor Angélico con hostilidad. El Clan de las Hadas era extraño y estaba relacionado con la desaparición de los clanes subordinados. ¿Y ahora, el Clan Angélico había sellado el espacio para que no pudieran abrir un portal aquí?