Se abrió un portal fuera de la ciudad, conectando con la tierra de las hadas. Toda la ciudad dirigió su mirada hacia el portal, esperando ansiosamente la aparición de las hadas.
A diferencia de los otros Clanes Altos, las hadas no eran temidas por la gente. No había rumores aterradores ni historias de destrucción y matanzas masivas asociadas con las hadas.
Los otros Clanes Altos, sin embargo, tenían una reputación que infundía miedo. Su dominio a menudo estaba vinculado con cuentos de violencia y opresión.
En contraste, se creía que las hadas eran amables y cercanas a la naturaleza, y esta impresión positiva estaba presente a pesar de sus raras apariciones en el mundo exterior.
Con el portal ahora abierto, los ojos de muchas personas se iluminaron en anticipación, esperando a que alguien emergiera.
Dentro del Coliseo, los Clanes Altos también sintieron la conexión con el reino de las hadas.