—Allura.
Él llamó.
—¿Hmm? ¿Qué pasa? —Allura, que estaba a punto de darse la vuelta y marcharse, miró a Nux y preguntó.
Con una expresión sombría en su rostro, Nux continuó:
—Ninguna de ustedes tiene permitido formar Leyes Dependientes.
Luego miró al resto de las mujeres y:
—Ninguna de ustedes.
Repitió.
Esta vez, sus palabras afectaron especialmente a Evane y Lane, provocando una reacción de ambas mientras las largas orejas de Evane se movían y la sombra de Nux se estremecía.
Nux, sin embargo, no se preocupó por sus reacciones y volvió a mirar a Allura:
—No sé qué estás planeando, pero el resultado no debería ser una Ley Dependiente.
—Mhm, no te preocupes, no será nada que de alguna manera conecte mi vida con la tuya. —Allura se rió.
Ella sabía por qué Nux tenía esa expresión en su rostro y aunque quería copiar lo que hicieron Evane y Lane, sabía que si más esposas vinculaban sus vidas con él, Nux perdería el control, y no deseaba eso.