Atrapado en medio

—No me mires así —dijo Román con un toque de reproche cuando Penélope lo miró con llamas ardiendo en sus ojos—. Te di una oportunidad y te pedí que hicieras un buen trabajo y a cambio me fallaste. Creo que deberías haber esperado que hubiera consecuencias por tus acciones, Señorita Ashford.

¿Cómo podría Penélope haber pensado tan a largo plazo? En toda su vida, nunca había enfrentado ningún tipo de represalias hasta que Ariana llegó y lo arruinó todo para ella.

—Sin embargo, no hay necesidad de que desesperes todavía —comentó Román con una sonrisa en sus labios—. Mientras puedas traerme a Ariana tal como planeamos, te daré el antídoto para esta pastilla. Claro, si fallas —la mirada en sus ojos cambió, lo que hizo temblar a Penélope de miedo—, las consecuencias serán mucho más graves que esto.

Penélope tembló aún más severamente cuando escuchó las palabras amenazantes del hombre que parecía más que capaz de matarla.

—Incluso no tiene ningún sentido.