—María utilizó la segunda alternativa que su madre había informado si Red rechazaba su oferta.
Una vez que llegó a su dormitorio, hizo una puntada invisible en la túnica favorita de su esposo.
Sabía cuánto le encantaba usarla y sabía que sería importante para su causa.
Su madre le había dado una aguja hecha de magia oscura.
María nunca había usado magia oscura, pero su madre sí había coqueteado con ella.
—Toma esto —dijo su madre—. Cuando la puta se niegue a aceptar y dejar la manada, usarás esta aguja para coser un mechón de cabello de tu esposo junto con el tuyo en su ropa favorita.
—¿A qué te refieres con cuándo? ¿Cómo estás tan segura de que no aceptará mi primera oferta? —preguntó María.
—Porque soy una mujer y sé lo que una mujer puede hacer —dijo su madre.
Y efectivamente, Red había rechazado su oferta.
—¿Y qué hará? —preguntó María.
—Tu esposo se alejará de ella y se volverá hacia ti —prometió su madre.