LA RETRIBUCIÓN DE MARIA

—¿Entonces mi madre murió por tu culpa? —exigió Jazmín con lágrimas en los ojos—. Todo por tu envidia.

—Tu madre llegó a mi vida y eligió arrebatarme a mi esposo —dijo María—. Solo quería sacarla de la manada. No quería matarla. Eso fue un error.

Jazmín mordió su labio inferior.

—Entonces, ¿qué pasó cuando mi padre regresó?

María tomó un suspiro muy profundo.

—Él parecía diferente. Como si algo lo hubiera cambiado. No estaba enojado conmigo. Más bien estaba enojado contigo. Sorprendió a todos.

Jazmín no podía entender nada de eso.

No tenía absolutamente ningún sentido.

Él había sido excesivamente protector con su madre cuando ella llegó por primera vez, entonces, ¿cómo había resultado ser tan malvado?

—Cuando regresó no estaba tan molesto —dijo María—. Nos sorprendió a todos. No me castigó y no recuerdo mucho de eso. Pero tu padre no estaba tan molesto como todos esperábamos que estaría. Fue como si un hechizo lo hubiera poseído.