La firma del retrato

Los ojos de Gastone se salieron de las órbitas después de escuchar lo que Draco había dicho. —¿Qué? ¿T-tu madre? —tartamudeó incrédulo.

Rocco, el Rey anterior, mantuvo la identidad de la madre de Draco en secreto, y aquellos que la conocían fueron mantenidos en silencio.

—Sí... —respondió Draco suavemente; la tristeza se veía en sus ojos.

El ceño de Gastone se frunció en confusión. —¿Cómo puedes estar seguro de que los hizo tu madre? —preguntó. En su mente, muchos pintores en el Palacio podrían haber creado esas pinturas.

—Bueno, mira —dijo Draco, señalando el nombre esbozado en el borde de los retratos.

—G...e? —Gastone trató de leer el nombre, pero la mayoría estaba ilegible debido a su antigüedad. Sus ojos escanearon los otros retratos, que contenían las mismas letras. —¿Sabes siquiera cómo se llama tu madre?