La piedra de evaluación del Qi era más imponente de lo que Chen Xiaotian había imaginado. Desde lejos parecía solo una losa negra redonda, sin adornos. Pero ahora, frente a ella, podía sentir una energía fría y silenciosa que se filtraba por sus pies y le subía por la columna como una amenaza sin rostro.
Era como si la piedra lo estuviera evaluando incluso antes de tocarla.
—Coloca tu mano —ordenó el instructor Duan, con los brazos cruzados.
Chen Xiaotian no respondió. Asintió y avanzó un paso, sintiendo las miradas lejanas de algunos discípulos cercanos. Aunque se encontraban en una zona semiprivada, había ojos sobre él.No muchos… pero los suficientes.
“No es solo una prueba de Qi. Es una prueba de carácter. Si tiemblas, eres débil. Si brillas, eres una amenaza. Si eres promedio… sobrevives.”
Extendió la mano con lentitud, con la palma ligeramente arqueada, y la apoyó sobre la superficie de la piedra. En cuanto lo hizo, un escalofrío helado le recorrió el brazo, y su Qi interno reaccionó por reflejo, intentando protegerse.
La piedra no emitía energía. La absorbía.
Y ahora, exigía una respuesta.
Dentro del cuerpo de Chen Xiaotian
El Qi fluía con suavidad, canalizado desde su dan tian (núcleo de energía) por los meridianos principales. Era un Qi puro, concentrado gracias a su físico y linaje especial, pero perfectamente contenible.
Chen Xiaotian tenía el poder de hacer que esa piedra brillara con intensidad suficiente como para que todos los instructores de la montaña vinieran a verlo.
Pero no lo haría.
“Lo ideal es que brille con fuerza moderada, como alguien con potencial pero sin monstruosidad.”
Sin embargo, el problema era más delicado de lo que pensaba.
“La piedra… ¿reacciona proporcionalmente al Qi o también al control? Si me contengo demasiado, pareceré débil. Si libero de más, lo arruinaré.”
Tenía que calcular. Regular. Dosificar.
Su mente comenzó a trabajar como un alquimista refinando una píldora. Sabía que solo tenía una oportunidad. La piedra no aceptaba segundas mediciones. Era el momento en que el mundo decidiría cuánto valía su existencia.
“Circula el Qi… hasta los dedos. No dejes que se condense demasiado. Deslízalo como seda.”
Visualizó su energía como un río. Podía abrir las compuertas y desatar una tormenta, pero no. Solo dejó pasar un delgado hilo, constante, templado. Lo justo para iluminar una base estable, pero sin el más mínimo signo de talento desafiante.
🪨 Exteriormente…
El instructor Duan observaba en silencio. Había visto cientos de pruebas de Qi. Algunas habían hecho temblar la piedra con un brillo dorado. Otras, no habían provocado más que un susurro grisáceo.
Lo que veía ahora era…
—Hmmm —gruñó levemente.
Una luz gris claro, limpia y uniforme, emergía de la piedra. No temblaba. No parpadeaba. Era constante, como una lámpara bien cuidada.
Ni débil, ni fuerte. Solo… correcta.
“Segunda etapa del Refinamiento Corporal. Estable. Ningún exceso.”
Duan se quedó mirando un momento más. Lo que le llamaba la atención no era la cantidad de Qi, sino la calma con la que el niño lo manejaba. Muchos discípulos liberaban más Qi del necesario, queriendo impresionar. Otros lo contenían mal y fluctuaban.
Chen Xiaotian, en cambio, parecía hacerlo con facilidad. Sin mostrar orgullo, sin intentar esconderse.
Pero Duan no sabía que aquello era una actuación perfecta.
Pensamientos de Chen Xiaotian
“Está funcionando… la piedra brilla de forma constante. Como si tuviera un talento moderado. Nadie se impresionará. Nadie me odiará.”
“No destaco. No fracaso. Solo paso.”
Pero justo en ese momento, una pequeña onda de presión surgió de la piedra.
Chen Xiaotian abrió levemente los ojos.
“¿Una segunda fase? ¿Está midiendo la resistencia al drenaje?”
Sintió cómo la piedra intentaba absorber más Qi, como si quisiera forzarlo a liberar su reserva real. Una trampa para los arrogantes. Si seguías entregando Qi sin control… la piedra explotaba con luz, exponiendo tu nivel verdadero.
“Maldita piedra…”
Era una prueba de doble filo.
Tenía que fingir debilidad… sin mostrar miedo. Si cortaba el flujo abruptamente, parecería que se estaba quedando sin energía. Si respondía a la presión con más Qi, el brillo aumentaría.
Debía mantener el flujo exacto. Ni más, ni menos.
En su mente, el sistema habló por primera vez en horas:
[Atención: entidad externa analizando flujo de Qi.][Riesgo de exposición: Bajo.][Sugerencia: mantener respuesta emocional nula.]
“Gracias, sistema, ya lo sé.”
Controlando su respiración, Chen Xiaotian sintió la presión de la piedra como una ola, pero no cedió.
En cambio, ajustó levemente la densidad de su Qi, haciendo que el flujo disminuyera por sí solo, como si su reserva fuera escasa. Una señal falsa, pero efectiva.
La luz bajó medio tono, estabilizándose nuevamente.
“Ahora pensará que llegué al límite.”
Duan Zhen, observando
—Hmmm… interesante.
Duan Zhen pensó que quizás el niño estaba entrenando con esfuerzo excesivo fuera de horario y por eso su Qi se había reducido al final. No lo consideró talento, ni debilidad. Solo lo anotó mentalmente.
—Baja la mano —ordenó.
Chen Xiaotian lo hizo.
Duan anotó en un talismán de jade:
“Control de Qi: estable. Etapa 2. Flujo constante. Reservas normales.”
Nada más.
Nada menos.
Mientras salía de la plataforma
Chen Xiaotian no sonrió. Pero por dentro, su alivio era como un río liberado de una represa.
“Sobreviví a la piedra. Sin errores. Sin sospechas.”
“Una batalla silenciosa… pero una victoria total.”
Estado actualizado:
[CHEN XIAOTIAN]Cultivo: Refinamiento Corporal – Etapa 2Resultado de la prueba de Qi: Estable – No destacadoRiesgo de exposición: 0%Nivel de atención social: NeutralEstrategia: Perfil bajo mantenido con éxito