Elric el inmortal

Como acordamos llegamos antes del alba al mismo punto dónde se enfrentaba ambos ejércitos, ahí un hombre corpulento nos esperaba, lo reconocía porque estaba con Elric el día de la emboscada y no había dicho ninguna palabra.

-Tu el inglés, mi nombre es Skivender, hermano de armas de Elric, acompáñame, yo los guiare.

Cuando conocí a Willfest pensé que era el hombre más estoico que había conocido, hasta que se presentó este hombre, su rostro era rectangular, con facciones que hacían ver cómo si no tuviera sentimientos.

Cómo pidió, lo seguimos sin problemas, nos acompañaban todos los altos rangos del ejército, dónde la mayoría se arrepentía de haber votado por el duelo, lo que me dio a entender que más de uno de esos hijos de perra pensaba que iba a morir en la emboscada, pero por suerte para mí yo salí con vida.

Ahora debían joderse con su decisión, más vale esperen que salga con vida, porque si Maxwell no tenía un plan de contingencia como le pedí todos ellos iban a morir.

El castillo de Elric era impresionante, se parecía mucho al hotel donde nos hospedamos con Hero antes de viajar a esta época, lo que me indico que se debieron de inspirar en el para hacerlo.

Abrieron la gran reja que impedía entrar en los terrenos del castillo y nos permitieron acceder a todos al patio donde se celebraría el duelo.

-Me alegra que no hayas huido con la cola entre las patas Gran, temí que huirías.

-Huir de un vejestorio, aún no llego a ser tan lamentable, así que ¿empezamos o que?

Elric bufo un poco, se sacó la ropa que llevaba puesta y quedó con el torso desnudo. Estaba cubiertos de tatuajes cerca de varias cicatrices que tenía.

-Si mira bien, tal vez tengas el honor de quedar marcado en mi cuerpo, cada nombre tatuado, a sido de los guerreros que han muerto por mi mano y han dejado mella en mi cuerpo, veamos, si puedes quedar en el.

El tipo se retiró para prepararse, simplemente agarró sus dos hachas y fue al centro de la arena.

El iba a pelear así, sin armadura, tal cual como se mostraba lo que consideraba una estupidez, me hizo a recordar a Arthur, cuando se enfrentó a mi en el duelo.

Yo ya no quería que me mirara en menos, comenzó a sacarme la armadura de apoco, lo que hizo que Hero pusiera el grito en el cielo.

-¿Que haces idiota?, no tienes porque copiar lo que el hace.

Estaba decidido hacerlo, era hora de que ya nadie me menos presaría, eso se tenía que acabar.

-La señorita Alice tiene razón, Gran, tienes la ventaja si mantienes tu armadura puesta, aprovéchala.

-Will, entiendo a Hero, ¿pero tú?, sabes más del honor que yo, por eso me extrañas que me cuestiones.

Will quedó en silencio comprendía bien lo que quería decirle.

-No olvides hacer eso después de ganar, sin importar lo que sucede, ¿de acuerdo Will?

-No creo que sea buena idea, Gran. - menciono Hero por lo que planeaba.

Quede con el torso desnudo al igual que Elric, también deje mi media máscara de lado.

-Admirable niño, cada vez me caes mejor, pero espero que tú honor no te mate.

No tome atención a las palabras de Elric, en este momento tenía que preocuparme de la persona que más asustada estaba por esto.

-Hero, amor estaré bien, quiero pedirte tu daga prestada, así se que estaré junto a ti en el duelo, a cambio, toma mi espada, para que te proteja si llega a suceder...

-Tomare la espada, pero no termines esa frase, ahora ve a patearle el trasero y pobre que no vuelvas en una pieza, o si no olvídate del matrimonio. - dijo más enojada, que una amenaza real.

Me posicione en la arena frente a Elric, esperando a que se empezara esto.

Skivender se acercó a nosotros y comenzó a hablar.

-Nos reunimos para contemplar este batalla de nuestro Jarl Elric el inmortal, nuestro verdadero rey. - al simplemente decir su nombre, sus hombres comenzaron a gritar y golpear sus escudos apoyando a su Jarl. - que luchará por que Sir Gran el Inglés, lo desafía por su título. - eso provocó la risa de muchos, que dijeron comentarios como iluso o idiota, miren a ese delgaducho, el creo que puede gobernarnos, decían entre burlas. - Cómo decía, si Gran, gana por nuestras reglas sagradas, será el auténtico Jarl del norte, bendecido por Odin, pero si pierde, el ejército de los Ingleses pasará a ser propiedad del Jarl, que comiencen esta batalla a muerte.

Todos los soldados quedaron perplejos, obviamente había omitido el detalle que si perdía ellos básicamente estaban muertos, aunque era algo de lo que se tenían que imaginar, ni siquiera voltee a verlos, ahora toda mi concentración estaba en este encuentro.

Si una plegaria en nombre de Morrigu y el combate empezó con un ataque del hacha de Elric, que me atacó con toda su fuerza, pero detuve fácilmente. El sonido al chocar con mi daga causo un estallido de ruido molesto, lo que me indico que ambas armas estaban hechos del mismo material, con mi otra mano, intente apuñalarlo con la daga gemela a la mía; la de Hero, pero el se contorsiono de una manera que nunca vi, para mí era imposible que alguien tuviera tanta flexibilidad corporal, por ende falle.

Me imaginé que Elric, no solo tenía los órganos invertidos, sino que también tenía hiperlexia, porque si no, no tendría sentido como se le doblo el brazo al contrario denlo que uno normal podría hacerlo.

Elric volvió a embestir con una fuerza que rompió mi defensa, su golpe era casi tan fuerte como los de Finley, pero mucho más peligrosos, el no abanicaba cómo lo hacía mi calvo amigo, el lanzaba ataques cortos, pero poderosos de ángulos imposibles, esto estaba pintado muy mal para mí, lo que hizo que tuviera que recurrir a mi mayus.

Me concentre para liberarlo, solo un poco más para volverme más ágil, para poder esquivar sus ataques, pero cuando yo me volví más rápido el también lo hizo.

Me seguía como una sombra, por un momento pensé que el también podía ocupar el mayus, pero no era eso, cundo Velaria lo ocupaba, también me daba cuenta que lo utilizaba, ahora era mucho más perceptivo a ello, pero este ser humano, no ocupaba nada, que clase de monstruo era.

-¿Asustado Gran? - decía entre risas.

Claro que lo estaba, tenía miedo, el era superior a mi, la brecha entre el y yo era gigantesca, su sombra era tan grande como la de Arthur, pero tenía mayus, y el peleaba como si tuviera uno.

Sin darme cuenta el había dado dos cortes, nada serio, solo veía la sangre en mi pecho y en mi muslo. Además Elric se reía como un lunático, el disfrutaba todo esto. Los ataque de ese hombre eran tan impredecible que me eran casi imposibles esquivarlos, doblaba sus brazos en contra del sentido normal y movía su cuerpo con una soltura magistral.

-Siempre es tan angustiante ver a Gran en un duelo. - pregunto Hero preocupada observando la batalla.

-Y que lo digas, cuando pelo contra Arthur siempre pensé que moriría...Auch, ¿por qué me golpeas Lay?

-Ni si quiera deberías preguntarlo Roy.

El miedo cada vez se apoderaba de mi, ya no me sentía pelando con un humano, si no con algo salido del inframundo. Tome un poco de aire y a la desesperada aumente mi fuerza para dar un doble golpe de daga con mi mayus, pero apenas arremetí, paso lo que menos espere. Se suponía que cuando el bloqueará el ataque, su hacha deberia salir volando por la fuerza, pero el detuvo el golpe, sin que pudiera hacer mucho.

-Veo que para se delgaducho, tienes fuerza, pero eso no va hacer suficiente, Gran. - decía riéndose.

De su cinto saco su otra hacha y comenzó arremeter con ambas armas, algo que me tenía acojonado, sentía en cada momento el filo del hacha en mi piel dándole pequeños cortes.

En mi desesperación logré ver una pequeña esperanza un hueco que podía aprovechar, siempre que hacía ese raro movimiento con su brazo, el hueso del hombro se movía, lo que indicaba dónde me atacaría, entonces eso me ayudo a relajarme. Saque más de mi mayus para volverme más ágil, me sentía muy ligero, pero a la vez todo se sentía muy vivo, tanto que me molestaba, miraba mi daga y parecía como si respiraba, así que hice todo rápidamente para no tener que aguantar más esa sensación, cuando note el movimiento del hombro fue mi momento, di un pequeño giro, pase por debajo de su brazo para colarme en su costado y lo raje con las dagas una herida bastante seria.

Lo único que escuche fue risas de su parte.

Me di vuelta para verlo, como era que se podía reír cuando lo acababa de abrir las costillas, y la herida estaba tan profunda como creí que era, la sangre emanaba de ella como un torrente.

-Acaso me apuñalaste, es que no sentí nada. - dijo Elric riéndose.