Llevábamos días caminando por el bosque, todo porque esas humanas nos retrasaban, no puedo pensar así, no al menos con la pequeña, es hija de ellos dos... En rigor también sería mía. Esto es muy confuso para mí, además que no he hablado casi nada con ella, y ese también es un problema, comunicarme, ella no puede hablar, y ese raro dialecto de señas es difícil de aprender.
Me gustaría ser como Tata, que se lleva bien con la niña, juega con ella, la entrena, la hace reír, y de alguna manera la entiende.
Cuando le pregunté cómo lo hacía, me respondió algo que jamás lograría entender; Es fácil entender cuando dos espíritus guerreros chocan, esa niña es salvaje, casi como nosotros, no hay palabra que se necesite, me dijo Tata.
Lay, era silenciosa, pero al menos es fácil de tratar, le dices as esto y lo hace, solo no me gusta su mirada de desconfianza, aún así no soy nadie para culpar, yo desconfío de todo los orcus, solo se salvan esos dos.
-Sonidos inteligibles.
La niña me habló, no la entendí, pero creo que era la primera vez que me hablaba sin decirle algo durante todo el viaje.
-Perdon, no te entiendo, intenta con gestos Gwyn.
Tampoco logré entenderle con ello, creo que se refiere a algo con lo ojos.
Ella tomo una rama que estaba por ahí, escribió en el suelo.
-Nos observan.
Que curioso, me había dicho que ella sabía escribir, pero mal y que le estuvieron enseñándole, por lo menos tiene una bonita letra orcus y segun mi conocimiento, estaba bien escrito...
Sin pensarlo dos veces, expandí mi mayus, estábamos rodeados, pero podía entender que yo no me diera cuenta, había bajado la guardia con estos dos humanos, pero ¿Cómo es que Tata no sé percató que nos seguían?
-Nos rodean siete individuos.
Todos se pusieron alerta y formamos un círculo dejando a Gwyn en el medio de nosotras. Intente relajarme para que mis sentimientos de ansiedad no lo sintieran ese par, no quería hacerlo lidear con lo mío.
Una flecha salió disparada hacia mi, fue fácil agarrarla, pero lo que me sorprendió fue que estaba imbuida con mayus.
-Soy Velaria Verdivental, su Kilian tori, muéstrense -Le ordene.
Un grupo de largovivientes fueron apareciendo poco a poco, desconfiaban mucho de nosotros y la mayoría eran jóvenes apenas de edad adulta, sobre los cincuenta.
-Kilian tori, ¿en verdad es usted?
-Si lo es, ¿cuál es tu nombre, soldado?
El largoviviente miro a Tata, y por lo visto la reconoció.
-¿Tata?, Soy yo Fiorens, uno de sus pupilos, antes de, ya sabe.
-Eres el mocoso de hace como cincuenta años, te recuerdo, no sabía que estaba a vivo, eras bueno con la lanza.
-Aun lo soy Tata.
Fiorens, me volvió a mirar y se arrodillo ante mi.
-Disculpa, no castigue al Birinder por haberle disparado, yo di la orden, cualquier castigo, que desee infringirle, démelo a mi, es que como vimos dos orcus, pensamos que eran parte de ellos.
-Tranquilo, no castigarte a nadie por esto, iba a criticar su disparo, pero al ver su edad, no tengo nada que decir, además, de admiración.
Tata había sonreído con mi comentario.
-Kilia Tori, agradezco su palabras y por mucho que confíe en Tata y pida perdón, ¿quiero saber que hacen con dos Orcus?
Me acerque a él, normalmente le hubiera llevado el amén.
-Una de esa orcus es la hija de dos diades, que son mis parejas, oficialmente con el quirilian sellado, por ende esa niña también viene siendo mi hija y la otra mujer orcus es la escudera de mi pareja, te pido que al menos a la niña la trates con respeto.
El me miró con disgusto, sabía que esto pasaría cuando se enteraran que me case con humanos, pero no iba a ocultar a mis parejas, eso me enfermaría, al inicio tenía miedo de que esto pasara, pero estoy orgullosa de ellos dos.
-Tal vez lo que me pida sea algo imposible de hacer, yo no puedo olvidar lo que ellos han hecho, han matado...
-Fiorens no me hables de lo que ha hecho la guerra, yo estuve ahí antes que tú, yo vi a morir a mis padres por esas personas, pero ello no son aquellos, Granet Venture, mi pareja quiere luchar por nosotros, contra los humanos, está conquistando el norte en estos momentos, Pienso reunir a todo Largoviviente para que al fin seamos libres.
El rostro dubitativo de Fiorens, me mostraba que no creía mucho en mi palabras, estaba segura que no creía que mentía, lo veía en sus ojos, pero el había perdido la esperanza de luchar, no veía llama en el.
-¿Qué dicen los ancianos de ello Kilian tori?
-El Kilian Tori, en tiempos de guerra no tiene que obedecer al consejo, ni siquiera les pregunté, porque no pienso perder mi tiempo con cobardes sin orgullo, que nos traicionaron, cuando no apoyaron al Kilian tori anterior.
-Lo lamento, pero no apoyaré esa causa Kilian tori, estoy a cargo de 27 largovivientes, no los pondré en riesgo.
Iba a replicar, pero Tata lo impidió, se dirigió a Fiorens con un tono bastante serio.
-Vas a desobedecer una orden directa de tu Kilian Tori, sabiendo que eso se paga con la muerte, ¿Fiorens?
-Si Tata, lo Lamento, pero...
Sin que pudiera hacer algo, sin que notará lo que iba a suceder, Tata desapareció y volvió a aparecer, estrelló la cabeza de Fiorens contra un árbol, casi matándolo de un solo golpe.
Su rostro quedo totalmente desfigurado, no se podía reconocer ni donde estaba la nariz, el árbol que apenas aguanto el fuerte golpe con mayus de Tata, a los segundos termino de caer, haciendo un estruendo.
-¡¡Tata!!, ¿Qué estas haciendo?
-El esta desobedeciendo un ley, que tiene su castigo, él supo, lo hizo a pesar que se lo mencione. Todos ustedes, Velaria Verdivental, es su Kilian tori, deben obedecer a su líder, ella nos llevara de vuelta a nuestra verdadera libertad.
La mayoría era apenas poyuelos, largovivientes que apenas se habian vuelto adultos jovenes, que ni siquiera sabían porque tenían que vivir de esa forma, y Tata acaba de casi matar al largoviviente que era su líder, ellos miraban aterrorizado lo que acaba de suceder.
Me moví rapido, sin decir más, llame a la fuerza natural con mi mayus.
-Que la naturaleza cure el daño del hombre, que repare los huesos rotos, y remendé lo que fue hecho.
De mis manos brotaron una luz verde, lo que significaba que mi hechizo funcionaba, por suerte, cure todo el daño provocado en Fiorens. Su primera reacción fue alejarse un poco, miraba a Tata con terror, y yo no lo podía culpar.
-Tata, ¿por que me hiciste eso? -Pregunto con terror.
-Te lo dije Fiorens desobedecer a tu Kilian Tori, se paga con la muerte, ahora que Velaria, te dio una segunda oportunidad, ¿Cuál será tu respuesta?
-Mi respuesta sigue siendo no.
-Ya basta Tata es una or...
Ahora el intento defenderse, logro esquivar su patada, pero sin que el pudiera hacer algo, Tata saco su espada, y le rebano el brazo izquierdo, eso yo ya no lo podía curar.
Me lance contra Tata, logre empujarla, pero eso no la detuvo, siguió, atacando directamente a Fiorens. Sin que me diera cuenta, reaccione, saque a Filistori, y bloque la espada de Tata, no podía permitir que por una simple regla estúpida el muriera.
-Ya detente, es una orden Tata, nadie va a morir por una regla estúpida, si ellos desean elegirme, que sea su elección, no por miedo, si no seria igual que los hombres del consejo que tanto odio.
Tata envaino su espada, cuando me escucho.
Nuevamente cure a Fiorens, pero como dije no puede devolverle el brazo, muchos se acercaron al verlo, algunos me miraban con extrañeza, porque probablemente ninguno conocía la magia.
-Les molestaría, si al menos me dejan hablar con el resto... entiendo que las cosas estén del carajo como diría él, disculpa, con poco tiempo se me pega algunas palabras de mi esposo, te juro, que Tata, no atacara a nadie más, no lo permitiré Fiorens.
Mire a Tata para asegurarme, de que me hiciera caso, a lo que asintió. Ahí habia algo extraño, ahora lucia muy calmada, pense que seguiría furiosa, por que Fiorens no quería unirme.
-Acepto, pero quiero que quede en claro algo, si esa largoviviente, ataca simplemente por que no quieren seguirte Velaria, entonces habrá una carnicería, mi grupo apenas sabe defenderse, y ellos son todos nuestro guerreros, y yo acabo de perder mis facultades, por un vieja loca.
No voy a negar que me moleste que le dijo viejo loca, pero que iba a decir, le acaba de cortar el brazo, y estoy segura que si nos permitió ver a todos, fue meramente porque tenia miedo que le hiciera algo a los demás.
Le tendí la mano para levantarlo, obviamente la rechazo, así que siguió de largo, los demás se acercaron a ver su "líder" con algo de lastima por lo que acababa de pasar con su brazo.
-Tata, ¿Qué mierda te pasa?
-Ya lo entenderás Velaria.
Repare en Lay y Gwey, me di cuenta que la pequeña miraba con horror a Tata.