Al llegar al lugar donde acampaban, todos quedaron atónitos al ver a Fiorens, me sentía tan culpable como si yo hubiera hecho ese corte en su brazo. Aun no comprendía que le habia sucedido a Tata, simplemente por negarse a cooperar le corto el brazo, no fue más que eso, casi lo mata, se que ella es temible como adversaria, pero llegar hacer eso, verla así me hace pensar que algo esta mal en ella, tuve que haber visto los signos antes, no esta detectando el mayus, tiene actitudes demasiado cambiantes. ¿Qué te sucede Tata?
La mayoría de los que estaban cerca de la cascada, en este frondoso bosque, era niños, jovenes y mujeres. Al parecer Fiorens, junto con dos más eran los únicos adultos, y lo peor de todo es que ni siquiera podía preocuparme de todo esto, mi atencion se la llevo la pequeña Gwyn, estaba aterrada despues de ver el comportamiento de Tata, no se quitaba la mano de su cintura, donde se que tenia un cuchillo oculto, caminaba a tras de Lay en todo momento, y yo ni siquiera tuve la valentía de acercarme a ella, despues de los sucedido.
-Fiorens, tú brazo, ¿Cómo es que no sangras? ¿Amor dime que te sucedió?
-Tranquilo Dilten, estoy bien, la señorita Velaria me curo, despues de que esa vieja me intentara matar.
Su pareja lo abrazo fuertemente.
-¿Cariño? - grito.
Esa largoviviente se acerco corriendo hacia Fiorens, dándome entender que también era parte de su quirilian. Esto se complicaba cada vez más, Velizdin, como se llamaba esa mujer, se puso a llorar fuertemente, algo que contagio a Fiorens como Dilten.
La largoviviente en un acto de furia, tomo la lanza de su esposo, que tenia en su espalda y corrio hacia Tata. Me interpuse de inmediato, entre ellas.
-Detente Velizdin, no eres una guerrera, y no quiero que te haga daño -grito Fiorens.
Ella no se detuvo y no tuvo miedo de atacarme a mi.
-Ni se te ocurra meterte Tata -dije antes de que hiciera otro ataque.
Tome la lanza sin ningun problema, se la arrebate de las manos y la lance contra un árbol, pero eso no impidió que ella dejara de atacar, tuve que retenerla, su odio era intenso, no hacia mi, si no a la persona que estaba a mis espaldas.
-Velizdin, yo sane a tu pareja, créeme que ella no quiso hacer eso, ¿no es así Tata?
-No si quise hacerlo, desobedeció una orden directa del Kilian Tori, eso se paga con la muerte, es una regla antigua nuestra, que se que se la inculcaron, y tu acabas de atacar a tu líder, Velaria Verdivental, la que te acaba de desarmar, y por lo visto tuvo la amabilidad de salvarte la vida.
A diferencia de Fiorens, Velizdin, si tomo con peso mi titulo, pidió disculpas inmediatamente por lo que hizo, no tenia que ser una tonta para saber que esas disculpas eran más por lo que significaba atacar al Kilian tori, que de arrepentimiento verdadero, pude escuchar la frustración en sus palabras.
-Si realmente eres Velaria, nuestra Kilian Tori, ¿Qué haces con dos sucios orcus? -pregunto Dilten, la otra pareja de Fiorens, que por lo visto si, se veía como alguien que sabia pelear, pero no portaba ningun arma.
-Es mi hija, la hija de mis esposos que son diades, sí, mi quirilian se dio con dos humanos, se la ironía de esas palabras si han escuchado de mi, la otra es la escudera de mi esposa, que esta con nosotros para cuidar de la niña, pero no vengo para hablar de ellas dos, si no de nuestro futuro. De no tener que seguir escapando y ocultándonos, de dejar de morir de hambre por no encontrar comida, o que nuestros niños mueran por enfermedades tempranas, es hora de ser un pueblo, y no de migajas desparramadas por este país, que por decisión de los ancianos nos echaron por el simple hecho de que éramos mucho, cuando apenas somos pocos.
-Hablas de futuro, Velaria cuando mi esposo regresa sin un brazo, con miedo de hablar por si esa largoviviente vuelve a atacarnos, enserio quieres que te escuchemos.
-Ya me estoy cansando, regla numero cuatro, La decisión del Kilin Tori, es la palabra de todos, el que desea ir contra de la palabra de todos, deben de pagarlo con su sangre. Todos saben de esa sagrada regla que Fiorens quebro. También les recuerdo la regla doce, atacar a un hermano o hermana, se paga con la expulsión, ella ataco sin razón a Velaria y ya de paso, regla veintidós, Los largovivientes, deben vivir orgullosos, en comunión con la naturaleza, y defender a los suyos. Que curioso que solo Velizdin haya actuado en defenza de su esposo, no vi a Dilten hacerlo, tampoco a los otros jovencitos que no se movieron ni un ápice cuando ataque a Fiorens por romper la cuarta regla. Ustedes no son largovivientes, son peores que orcus, que perdieron el orgullo, y solo le lame el trasero a los ancianos.
Esto se iba a poner feo, no se porque deje hablar a Tata, pero todo lo que dijo fue ofenderlos, si las reglas sagradas, las treinta eran absolutas, pero probablemente menos de la mitad ya las conocían, eso... siempre hay un encargado en cada grupo de recordar las reglas, pero no veo a ninguno.
La mayoría reacciono mal al insulto, muchos comenzaron a gritarle cosas a Tata, pero eso no parecía importarle.
-¿Donde esta su pachac (sacerdote)?
-Hasta que lo entendiste niña, pense que tendría que terminar diciéndolo -dijo Tata esperanzada.
-Muerto, por mi mano, intento abusar de una pequeña, me encargue que su muerte fuera rápida, aunque no se lo mereciera, despues de eso, decidí, que era mejor dejar las viejas enseñanzas a tras -menciono Dilten.
Ahora entiendo porque, los demás no reaccionaron por el titulo de Kilian Tori, no son guerrero a excepción de unos pocos, no podía obligarlos a luchar, aun así me quedaba una opción.
-Estoy empezando a entender todo, así que les ofrezco esto, les gusto o no mis parejas son humanos, de la raza que siempre odie, la misma que mataron a mis padres, pero tampoco es que pueda hacer mucho, lo que tengan un quirilian formado, entenderán eso. Mis esposos en este momento luchan contra un desagraciado orcus, que mato a mucho de los nuestros al que le dicen Duque Argus Creyback, cuando ganen el norte, quedara unificado, y avanzaremos hasta Leap. Queremos crear un lugar para que humanos y largovivientes puedan vivir juntos, y para los que no deseen hacer eso, darnos un lugar donde vivir, sin que los orcus nos afecten, eso digo, ya no como su Kilian Tori, si no como una largoviviente, como una más, que ya se canso de la muerte, que desea un hogar, sin tener que seguir escapando, ni muriendo por unos infelices, únanse a mi, les aseguro que no les faltara comida, tampoco obligare a nadie a participar en las guerras, el que desee hacerlo es bienvenido, el que no, al menos le daremos un lugar seguro, eso es todo.
Por lo visto mis palabras no tuvieron mucho impacto, no podía culpar a nadie, después de lo que sucedió, pero para mí sorpresa, algunos comenzaron a querer unirse, no eran mucho apenas eran ocho, la mayoría jóvenes.
-Artius, es mi nombre Kilian Tori, yo si deseo unirme a usted en su lucha, disculpe si no me dirijo como es debido, pero no sé nos a ensañado mucho de las viejas costumbres, además, fui capaz de ver con mis propios ojos lo que ella es capaz, no podría ver a ningún orcus derrotarla, se me haría imposible.
-Que tierno, pero aún así hay quienes podrían, no olvidemos que perdimos contra ellos hace muchos años, incluso conocí a uno, que fue capaz de igualarme, y es un compañero de armas, que sabe combatir contra los nuestros, su habilidad, logro iguar de cierta manera nuestro mayus, así que no menosprecien a esas criaturas, no podemos dejar que nuestro orgullo nos nuble, pero el que se quiera unir como soldado, yo misma lo entrenaré, y los que quieran venir como simples seres, que están cansados de la guerra y no quieren participar, tendrán mi amor incondicional, aunque no les parezca que pueda ser amorosa, despues de lo que vieron que soy capaz. Créanme, está largoviviente, es muy fuerte y la única que puede ocupar nuestras antiguas enseñanzas mágicas, cómo ya pudieron ver con Fiorens, ella nos llevará a un nuevo mundo que podremos llamar finalmente hogar.
Gracias al discurso de Tata, otros cuatro más se sumaron, en total doce nos quisieron acompañar, 6 como soldados, el resto encontraremos como pueden hacernos de ayuda sin que participa en la guerra.
-Enserio después de todo lo que hemos hecho por ustedes, se irán así, ningún conocen de lo que esas dos hablan, pero se bien, mis padres murieron por seguir al Kilian Tori, nuestros propios hermanos nos traicionaron y quieren seguirlas -menciono Fiorens.