El cuestionamiento de Roja

No me gustaba tener que estar luchando en este lugar, era primera vez que me pasaba, y agradecía tener que estar cerca de Gran, y no tener que meterme directamente a la batalla, pero por alguna razón la idea de matar a estos hombres me resultaba dolorosa, la pregunta era ¿por qué?

Hace poco comenzamos a movernos, gracias a que el liderazgo de Roy y su tenacidad lo llevo hasta el final, ganando la lucha y liberando un corredor hasta el mar. Obviamente la batalla no se habia detenido ahí, mucho de los que estaban aqui, se movieron hacia donde estaba el otro pelotón, finalmente el ataque de pinza no sirvió del todo, pero al menos una de las tenazas se incrusto hasta el final.

Berserker, vaya que tuvo que haber hecho un gran trabajo, espero que se recupere pronto, lo ultimo que vi, fue esa herida muy fea que tenia la espalda, y su brazo se veía algo pocho, lo que me indicaba que, aguanto muchos golpes con su escudo, tal vez lo tendría roto, o al menos lesionado.

Mira que Roy es joven, resulta difícil ver a un niño de su edad luchar, y menos también, eso demostraba como fue criado por el maestro Willfest... no se ni porque me sorprendo, lo he visto luchar, he visto pelear a mi Lay, incluso a veces entreno con el maestro Willfest, y pese a todo eso no me dejo de sorprender.

-¿Roja, todo bien? 

Estaba tan tensa que jamás pense que esa pregunta me haría saltar.

-Si Gran, solo estaba en las nubes, no volverá a pasar.

-¿Segura? Te ves tensa.

Tuve que calmar tanto a Gran como Lady Alice, incluso ella se preocupo, pense que no le caí bien, o no tenia mucho interés. Hero, casi nunca habla conmigo, o me presta atencion, la única conversación que recuerdo es que me dijo que se parecía a una exnovia. No sabia que a ella le gustaban las mujeres también en ese momento, y eso que hace un muy linda pareja con él Sir. Ahora también tienen otra novia más, supongo que a ella si le agrado menos, no habla con casi nadie además de su otras pareja, y esa... largoviviente le decían, si no mal recuerdo, al menos ella se ve mucho más habladora.

No tiene problemas en preguntar cosas, o hablar de alguna cosa, casi siempre tiene que ver sobre técnicas de como manejar la espada, pero a sido muy útil, desde que corrigió mi agarre con la mano derecha, mi esgrimo mejoro, en velocidad al menos.

Durante la guerra me habia dedicado más a desarmar que matar, por que me costaba tanto, hacer algo, que casi siempre tengo que hacer. Nunca habia tenido problemas con matar a alguien, es la regla principal que me enseño el maestro, entonces ¿Por qué me duele tanto tener que acabar con la vida de alguno de ellos? Cuando luche contra los Nórdicos, no tuve ningun problema de acabarlos. ¿Cuál era la diferencia?

Algunos hombres habian llegado hasta aqui, a diferencia del resto, yo simplemente los desarmaba, e intentaba dejarlos inconscientes, creo que el resto no se habia dado cuenta de lo que hacia, a excepción de Gran, y creo que por ende Hero también lo sabia. Lo bueno es que no veía un rostro de disgusto en Gran.

Haciendo un poco de "limpieza" hasta llegar hasta la playa, y con eso nos referíamos a matar a los que se interponían, o en mi caso desarmar, finalmente llegamos, los hombres que nos acompañaban que eran unos treintas, transportaban los drakar en sus hombros, eso demostraba su fuerza.

Los pusieron sobre él mar, y de apoco fuimos subiendo.

-Skivender, quiero que te quedes, guía a los hombres del norte a la victoria te lo encargo, a Yger, recuerda hacer eso, si es que llega a suceder.

-Si Jarl -contesto Yger con entusiasmo.

Skivender no se veía muy feliz por la petición de dejarlo fuera, aun así tampoco pudo hacer mucho, los demás se dividieron entre los drakkar, cada pequeño "barco", era para diez personas, yo obviamente fui donde iba mi Sir, y lady Alice. Los otros estaban llenos de hombres y algunas mujeres que ni conocía... eso me agrado al menos de los nórdicos, no habia problema de que hubieran mujeres en sus ejércitos, pero eran pocas.

-¿Gran por qué dejaste a Skivender, fuera? Parece, ser un guerrero diestro.

-Es porque creemos con Gran, que el nos delato con Argus Creyback, es el unico además de nuestro grupo que sabia sobre los movimientos que íbamos hacer. -contesto Hero.

-Lo que acaba de responder mi amor, Roja.

La escena fue algo graciosa, porque apenas Gran me iba a contestar, Alice ya habia comenzado a hablar, supongo que ese es un avance.

-Ya veo, no me pareció de los que les gustaba traicionar a su pueblo.

Era obvio que nuestros comentarios no hicieron mucha gracia, entre el pueblo del norte, se escucharon sonidos de quejas, pero más como murmullos que otra cosa. Uno grito, que tomaran las remos y comenzamos a movernos. Era mi primera vez en el mar, no iba a negar que eso me emocionaba un poco, y esta construcción de navío, funcionaba muy bien, los únicos que no remaban era Gran y Hero, pero no parecía importarle a nadie.

-¿Podrías decirnos porque desarmabas al resto y no matabas, Rury? Perdón digo Roja.

-Siempre me confunden con esa mujer, podrían parar de hacerlo, es molesto, en verdad ya es frustrante, soy Amelia, a regañadientes acepto el sobrenombre de Roja, al menos solo pido que no me confundan con otra persona. -debo admitir que esa confusión me estaba cansando, se que les recordaba a una persona, pero yo soy yo, única.

-La mujer de pelo de fuego, tiene razón, es una falta de respeto al guerrero ser confundido. -dijo uno de los nórdicos en mi defenza.

Se lo agradecí, me dedico una sonrisa, y prosiguió remando.

-Lo sé, solo, intento no hablar mucho contigo, por lo mismo, me recuerdas mucho a Rury, y no tienes la culpa, pero es extraño, ella es tu viva imagen... No importa, fui insensible aunque no quise hacerlo, te pido disculpa Amelia, ahora, ¿podrías contestar mi pregunta?

-Acepto las disculpas... un poco, muy poquito... sobre lo otro, no se que decir, es como si me doliera atacar a esta gente, pero no logro comprender porque, me duele hacerlo, así que simplemente los desarmo, e inhabilito.

Tanto Gran como Hero se miraron a los ojos, pero tampoco supieron que decir.

-Puedes pelear pese a eso ¿Roja? - pregunto Alice.

-Si, no fallare en mi deber de defender a mi Sir, ni a usted Lady Alice, tengan eso por seguro.

-Lo sé, No dudo de ello, te conozco bien, como para saber que darías mi vida por mi, no lo hagas, solo defiéndenos. 

Gran me miraba con cariño, como la mirada que te pone un hermano, a su hermana menor, fue algo tierno, la verdad.

De repente los hombres que remaban comenzaron a cantar alegremente, se divertían, y por alguna razón tanto Hero, como Gran se emocionaron al escucharlos.

Yo habia escuchado de gente que disfrutara la guerra y las peleas, eso ultimo yo si lo disfrutaba, como los duelos, pero ponerse a cantar en medio de una batalla, por mucho que no estemos peleando, era ridículo, y ¿no se supones que deberíamos estar en silencio?

-A eso le llaman cantar, solo veo que el viento se llevan sus palabras, más fuerte, que Argus, nos oigas, y tiemble. 

Todos gritaron por las palabras del Sir, y comenzaron a cantar a todo pulmón, no sabia que decía la letra, pero tuve que admitir que el ritmo era pegajoso, incluso se movieron mucho más rapido de como estaban surcando el mar, a la distancia ya veíamos el castillo del Duke, verlo fue como si me trajera un recuerdo nostálgico, pero estaba segura de que nunca habia puesto un pie en aquel lugar.

Gran y Hero se sumaron a las canciones, aunque se equivocaban a menudo, pero a los demás no parecía importarle, de hecho hasta les gustaba, las risas se contagiaban y esto parecía que era cualquier cosa menos una batalla, era algo cálido, desestresante a la vez, creo que la cultura de estos extranjeros, me estaba agradando mucho.

-Vamos, a bordear, cerca de ese desfiladero se pondrá peligroso, así que entraremos de uno en uno, así que cantemos más fuerte para que nos tengan una bienvenida propicia.

Nuevamente gritaron los hombres, con mucho cuidado, surcamos entré las piedras, hasta llegar a un pequeño puerto improvisado, lo extraño, no habia nadie, habíamos metido tanto ruido como para despertar a una ciudad entera, y nadie apareció. Eso hizo callar a todos, Gran y Hero sacaron sus dagas inmediatamente, preparándose para lo peor, yo les seguí, pero nadie venia.

-Esta claro, que esta es una invitación, así que marchemos con cuidado, como Hero, conoce el lugar, ella nos conducirá, y estare adelante junto a ella, Roja, sigue sin despegarte, quiero a tres hombres pegado a mi, el resto síganos, a tomar el castillo, y cuando lleguemos al patio, no olviden abrir la puerta para que nuestros amigos entren.