Victoria en el norte

Desde aqui todo fue muy fácil, le pedí a los nórdicos, que tuvieran sumo respeto con el cuerpo de Argus, quería que tuviera un entierro digno, así que de momento lo deje en le mis cuarto donde lo matamos, con los ojos cerrados y una sabana encima por mientras.

El lugar pronto estuvo repleto de nuestros soldados cuando lograron abrir las puertas del castillo, ahí se nos unió Will, con Roy una chica pelirroja, que me miraba con desdén, lo curioso es que compartimos que ambos teníamos un solo ojo.

Los sobrevivientes se habian atrincherado en la sala del trono, pero pocos les duro, con un ariete ellos abrieron esa puerta para mi. Los primeros en entrar fuimos Hero y yo, en el trono estaba sentado un idiota delgaducho, que me imaginaba que era el hijo de Argus, un especie de Barón menor.

-¿Como te atreves? Hare que te corte la cabeza por este insubordinación, ¿Qué acaso no sabes, qué nos respalda la corona?

Ese idiota ni siquiera sabia de lo que hablaba, y por lo visto tampoco sabia muy bien las cosas que hacia su padre, si no, no me hubiera dicho tamaña estupidez, pero que se le iba hacer, yo solo quería matarlo.

Proseguimos caminando hacia él.

Sentía muy bien la hostilidad de Hero a hacia ese hombre, y al hombre grande que lo acompañaba a su derecha.

-Mátalos -ordeno al grandote.

Apenas el se acerco, Hero se movió muy felinamente, lo primero le hizo una herida en la pierna que, estoy seguro que le corto los condones, porque hizo que cayera arrodillado.

-Esto es por lo que intentaron hacerme.

Le abrió la garganta de par en par, haciendo que se ahogara en sangre.

Pero yo no aguantaba más, entre más veía al hijo del duque sentía como mi ira crecía, y me deje llevar, lo deje salir con toda su fuerza, mi mayus, en este momento se apoderaba de mi. Mi presencia era fuerte, que todos me veían, y Hero caminaba a mi lado con la misma hostilidad, puede que se haya dejado llevar con mi oído, o tal vez yo me deje llevar con el suyo.

-Aléjense, si me ponen un dedo encima, los mato -gritaba desesperado. Eso no me importo, cuando ya estaba frente a él, saco un cuchillo oculto e intento enterrármelo, pero lo detuve con facilidad, le agarre la mano, y con la fuerza que me daba el mayus, se la triture. El grito por ello, pero me era indiferentes sus gritos, le di un golpe en las costillas rompiéndoselas, y luego otra patada en la rodilla también quebrándosela.

No tenia pensado matarlo, lo iba a ser sufrir lentamente, lo agarre del pelo y Hero se acerco con la daga, se la coloco en el estomago, y fue bajando lentamente hasta su entrepierna.

-Piedad, se los ruego, por favor, piedad -pedía, como se atrevía a pedirnos eso, despues de lo que intento hacerle a mi amada, ese desgraciado infeliz. Lo tome del pelo y lo levante, pero cuando iba a ser algo, su cabeza se reventó. Ni yo ni Hero comprendimos muy bien que paso, hasta que miramos a nuestra derecha.

Por una entrada lateral a la sala del trono, que no conocíamos, Vel le habia disparado una flecha imbuida de su mayus, dándole muerte inmediata. Aun así estaba enojado.

-Granet, cálmate, te estas dejando llevar.

-¿De que mierdas hablas? -pregunto Hero enojada.

Si no hubiera sido por esa respuesta de nuestra Alice, no hubiera entrado en razones, eso me dejo claramente que habia dejado salir mayus corrupto, y habia sucumbido a mi propia ira junto con la de Hero.

Desactive el mayus, seguía en colera, pero intentaba apaciguarla, así que abrace a Hero, tanto para mi bien como para el suyo, no es que nos calmáramos, el sentimiento estaba ahí de parte de los dos, pero estábamos intentando sobrellevarlo.

-Relájense un poco más, me van a terminar afectando -protesto Velaria que se acerco a nosotros.

Yo la agarre e hice que nos abrazáramos, los tres.

-No entiendo, ¿que pasa? ¿Qué los llevo a perderse así?

-Ese hijo de perra, tiempo atrás intento violar a Hero. Perdí el control por eso.

Sentimos con Vel, nos apretó más fuerte, con el abrazo.

Las cosas despues de eso pasaron rapido, lo primero que hicimos fue preguntarle a Vel, sobre Gwyn, y ella sonrió, nos conto que estaba sana y salva en el linde del bosque, donde Lay y Tata la protegían, también nos dijo que la acompañaba doce de su raza, eso la mantenía feliz, y gracias a ese sentimiento, que decidimos abrazar, fue que nos pudimos calmar en el tiempo. Después de tomar por completo el castillo, y un par de horas, despues e ejercito de Argus, se rindió. Le pedí a Will y Skivender que trajeran a todos los generales de Argus ante la sala.

Yo estaba sentado en el trono, algo que los demás Sir, no les gusto, y a Maxwell le daba un poco igual, aunque no tenia que ser un genio, para saber que si le preguntara su opinión no estaría muy desacuerdo. 

En el trono estaba sentado yo, sobre mis piernas Hero, y sobre uno de los brazos del trono, Vel, que no quiso sentarse sobre nosotros, nos dimos cuenta, que se sentía incomoda en un puesto de poder, pero eso era tema para otro momento. A Roja, le pedí que se pusiera a mi derecha, y a Roy a la izquierda, que tuvo que ayudarle la pelirroja a moverse, algunos incluso gritaron llamándolo Berserker.

-¿Berserker?

-Que quieres que te diga, les caí en gracia, sabes que soy adorable -bromeo.

Yo mire a su acompañante que no se despegaba de él, me miraba con recelo, algo que no entendía, pero la chica era bastante guapa. Mire a Roy, y le di mi aprobación, acción que Hero y Vel se dieron cuenta, y se rieron.

Esperamos a que estuvieran los doce generales con vida frente a mi. Will estaba situado un poco más adelante de donde estaba centrado, y Maxwell a su derecha.

Las miradas de odio eran inevitable, pero aqui me la jugaba.

-Les perdonare la vida, a todos ustedes, si me sirven... a mi y a la corona. -Mire a Maxwell con eso ultimo. -Esa es la propuesta, no morirá nadie mas si se postran ante mi, y juran defenderme a mi y a nuestra gente, nadie más derramara una gota de sangre.

Uno de los generales comenzó a insultarme, despotricaba contra mi, era obvio que el no me aceptaría.

-Will.

-Si, yo me encargo.

Sin tener que decir más, el saco su espada, y decapito al hombre, yo tuve que apartar la mirada, eso era algo que quería evitar a toda costa, pero tenia que demostrar esta vez, que podía llegar a ser cruel. En cambio Vel miro con una sonrisa en su rostro lo sucedido Hero estaba indiferente.

-Si rechazan mi oferta esa será uno de sus posibles finales, ustedes deciden, o se postran ante nosotros, o ya saben. -Les indique el cuerpo decapitado.

Nueve de los hombres doblaron su rodilla ante mi, no tení que ser un genio, que lo hacían por que no tenían otra opción, el resto, los otros dos que quedaban estaban de pie.

Una tiro su la vaina de su espada contra mi, lo que significaba un duelo. El otro me dijo algo simple, no tenia nada contra mi, pero no pensaba arrodillarse.

Lo que me extrañaba que el segundo hombre, miraba mucho de reojo a Roja, era viejo, tal vez cerca de la edad del difunto Argus.

-Lo lamento, creo que le dicen Jarl, pero me rehusó a doblar mi rodilla, no tengo deseos de ir en su contra, pero he vivido mucho tiempo en estas tierras, vi crecer los pueblos a sus alrededores, no podría traicionarlos así.

-¿Cuál es su nombre general?

-Sir Gabriel, Jarl.

-No veo malicia, ni querer enfrentarme, ¿tienes hijos?

El viejo, dio dos pasos, miro a Willfest, que parece que se conocían.

-Tengo dos, mi querida Verónica que espera a que regrese a casa y un hombre llamado Miguel, es un buen chico, es parte del ejercito, tal vez es un poco revoltoso, pero me gustaria que le perdonara la vida, le daré la mía a cambio.

Will me miro a los ojos, no necesitaba que me digiera lo que quería, me pedía que le perdonara la vida.

-Will, mata al que quiere un duelo contra mi, y arresten a Sir Gabriel, no quiero que nadie lo toque, y que su familia no sea tocada, luego hablaremos los dos.

El anciano miro anonadado. Antes de que el otro general me digiera cobarde, Will ya le habia cortado la cabeza.

-Muchas gracias Jarl -dijo Sir Gabriel extrañado.