Las cosas se fueron acomodando de apoco, pero habia un descontento general, por lo visto, el duque era bien querido, y la mayoría esta enojados porque lo matáramos. Trajimos de manera oculta a los largovivientes que vinieron con Vel, ella estaba enojado por ello, pese que la explicamos porque debíamos hacerlo. La idea es que el ejercito ingles no los viera, aunque ya arriesgamos, que se haya filtrado información, por Tata y nuestra novia, al fin eran dos mujeres muy hermosas con orejas puntiagudas, y se que algunos hablaban de ellas, solo ruego que no llegaran esos rumores donde los ingleses.
-Vel amor, te explicamos el porque, no te enojes, con Hero estamos felices de verte, y que hayas podido traer de tu gente, solo entiende el punto, necesitamos algo de tiempo, solo hasta que podamos movilizar nuestro ejercito contra Leap. Te prometo que cuando el ejercito ingles marche, podrán moverse por donde quieran, por ahora solo limítense al castillo.
-¿Por qué debería ocultarnos? Solo por esos idiotas, estoy en contra de ello, llevamos mucho tiempo siendo humillados, no deseo esconder mi orgullo, y menos el de mi pueblo, y lo peor de todo esto es que tengo que escucharlo de ustedes.
-Velaria, solo te pido que nos des a lo sumo dos días, no, nos hagas sentir mal, por esto, te amamos, y por eso nos preocupamos, ellos ya exterminaron la casa Venture, porque sabían que ayudaban a su raza, si saben de esto, será un enfrentamiento más grande del que podemos manejar, y nuestro ejercito no es el más fiel de momento, una mitad no nos ve como sus gobernantes y la otra no nos quiere.
Velaria iba a volver a protestar.
-Tienen razón Golondrina, mucha razón.
-Tata ¿tú? De todos ¿tú también? -protesto Velaria.
-Escucha -grito Tata. -Tus esposos tienen razón, la estrategia es importante, y lo que dicen es cierto, Hood con la familia Venture fueron asesinados por el simple hecho de haber creado un lugar donde ambas razas podían vivir juntos, lo sé, porque viví ahí, tienen que aprovechar al máximo la estrategia, sobre todo si saldremos a la luz, apoyados por un rey de esta isla.
Tenia muchas preguntas que hacer, demasiado, no solo yo, Hero creo que también tenia un par, pero vamos por lo importante.
-¿Esposos?
Velaria nos miro con poco gracia.
-Si, lo son, ¿acaso se arrepienten? -Pregunto con malhumor.
-No, no es eso amorcito, es que en que momento nos casamos -dijo Hero. Lo mismo que quería saber yo.
-Estos humanos, cuando confirmamos el quirilian, nosotros automáticamente nos casamos, en nuestro rito de apareamiento, casamiento y de unión de familia a la vez.
Creo que tanto Hero como yo, estábamos rojos. La idea de ser esposos, me encantaba, pero era algo que no tenia ni la reverenda idea de que habia hecho.
-Entendemos esposa -dije avergonzado.
-Si tengo que escuchar ese tono nuevamente, los golpeo -amenazo Velaria, que se acerco a nosotros.
Ella tenia sus manos en la cadera, me miro a mi, y luego examino a Hero. Nos tomo de las manos, dijo unas palabras, un brillo verdoso emano de ella, y las pocas heridas que teníamos, desapareciendo sin dejar rastro.
Los dos agradecíamos a Velaria, que estaba comiéndose su orgullo por nuestro pedido, enserio le molestaba esto.
-Tata, ¿podríamos contarnos que paso con mi casa? Que extraño se escucho decir eso, pero yo no tengo ni idea de que sucedió, puede que sea incluso un Venture que no tenga que ver con ellos.
-O lo eres, tu rostro es muy parecido a algunos, si es que no es igual, pero Granet, hablar de ello para mi no es fácil, te pido que no me preguntes por eso, es doloroso para mi, es algo que preferiría no haber vivido.
Decidí no proseguir, fue la primera vez, que veo una emoción de tristeza en el rostro de Tata.
Le hice caso, y al final luego de una larga discusión, Velaria accedió, solo por dos días, sin importar si se iban o no los ingleses.
Lay entro por la puerta lateral a la sala del trono, venia con Gwyn, que corrio directamente a nosotros dándonos un abrazo.
-Lo lamento, pero ella quería verlos.
Ver a Lay, me tranquilizo, sabia que estaba bien por el vinculo de Morrigan, pero aun así confirmarlo con mi visión limitada me era satisfactorio.
-Lay, creo que es mejor que te quedes, necesito mostrarle algo a Roja, y puede que despues de ellos, necesite de tu confort.
Las palabras de Hero extrañaron a Lay, que la miraba sin entender mucho. Ella misma fue a buscar a Amelia, que le dije que fuera a descansar.
Yo no entendí mucho, y cuando volvio con ella, le pidió educadamente a Tata si podría retirarse, a lo que no tuvo problema. Luego Hero nos guio hasta el despacho de Argus. En el transcurso Gwyn jugaba conmigo con Hero, e incluso Velaria, no fue mucho, pero me agradaba que ese viaje que tuvieron juntas, sirvió para que se acercaran.
-Antes de entrar Amelia, lo que te voy a mostrar, no necesariamente es así, pero es una posibilidad debido al parecido... entenderás ahora.
Roja no comprendía nada, realmente todos no entendíamos ni un carajo, hasta que abrió la puerta, por lo menos a mi me quedo claro, el cuadro, la chica que aparecía en él, es igual Amelia, hasta la marca de nacimiento en su lado derecho, que se asomaba un poco por la cadera del retrato.
-¿Qué significa esto?
-Que tal vez seas la bastarda de Argus Creyback, Roja -respondí sin pensar, más por el calor del momento.
-No, eso no puede ser, mis padre...
Amelia no dijo más, se porque ya me habia dicho, que no recuerda nada de sus padres, y por lo que parecía, este podría ser el origen de ella, y explicaría porque Argus se sorprendió tanto al verla, y a esto le podría sacar mucha ventaja, aunque no era momento de eso, además necesitaría un papel que pruebe que Amelia es su hija.
Lay abrazo por las espaldas a Roja, no le dijo ninguna palabra, solo le dio un beso en la mejilla, eso al menos fue suficiente para ella.
-Gracias Lay -le menciono, mientras apretaba su mano con fuerza. -Yo soy Amelia y punto, además no creo que realmente sea la hija de Argus. La que podía darnos esa respuesta, murió por mano de Hero, y creo que es mejor así.
Hero no pudo evitar sentirse mal, pero le tenia cierta manía a Arisa.
Yger golpeo la puerta con fuerza, no se para que, si estaba abierta, y paso de todas maneras sin que le dijéramos algo.
-Jarl y esposas de Jarl. -Le costo decir eso. -Encontramos a alguien en mal estado, por las rocas del mar, la llevamos a una cama, pero es vieja, y es posible que no sobreviva.
-La mujer ¿Es de pelo ceniciento?
-Si, como todas las ancianas, Jarl Hero.
-Es Arisa, Gran, la mujer del cuadro.
Eso podría responder varias cosas, pero esta vez, suprimí mi instinto de ir directamente hacia allí y arrastrarlos a todos.
-Amelia, deseas venir a verla, tal vez ella podrías decirnos más, y confirmar o negar lo que pensamos, no te voy a obligar si no lo deseas, se que debe ser un tema complicado.
-Iré, pero, me quedare al fondo, no diré nada.
Con esa respuesta me sirvió, fuimos todos a ver a la anciana, la habian recostado, sobre una mesa. Se veía en pésimo estado, respiraba con dificultad, una de las piernas estaba fracturada, y apenas movía el torso. Mire a Vel, enseguida, pero su mirada me dejo en claro, que no piensa curarla, y tampoco puedo obligar a que lo haga.
-Yger, busca al matasanos, curandero, lo que sea, pero rapido.
Yger corrio enseguida, y trajo una mujer a los minutos, pelirroja con un parche en el ojo. Era Larrys, la mujer que andaba acaramelada con Roy.
Ella nos miro con desagrado, se notaba que le molestaba.
-Si ella fuera un caballo, la sacrificaría.
Eso fue todo su puto diagnostico, enserio es curandera esta mocosa, mierda.
-Necesito, aguja, hilo, unas tablillas, leche de amapola, vendas, y algunos ungüentos.
-Yger, tráele todo lo que necesite para salvar a esta mujer.
-No prometo salvarla, su estado esta pésimo. ¿Acaso salto de un acantilado?
Hero se sintió algo apenada con eso.
-Le di una patada en nuestro enfrentamiento y la lance por cuarto que no tiene murallas, pense que la habia matado, no que sobreviviría -contesto Hero.
-Eso explica, el agua le salvo la vida, pero la caída, aun así no evito que se golpeara con las rocas, el problema es su edad, y ya a perdido mucha sangre, veré que puedo hacer, pero no creo que la salve.
-As lo que puedas, es importante Larrys.
Ella asintió, y me fije que Arisa, pese a su mal estado, lo unico que hacia era mantener la mirada en Amelia.