459- Desayuno de Paige.

Aniya sonrió mientras estaba acurrucada contra su pecho. Sentía que podría fundirse en él. Él era su refugio seguro. Con él, se sentía protegida.

En sus brazos, se sentía intocable.

—¿Qué tal si... —masticó la esquina de su labio inferior— ¿Qué tal si te sientas a mi lado y me miras de reojo como un cachorro enamorado? Así puedes abrazarme fuerte y admirar mi rostro al mismo tiempo. Ganar-ganar. ¿Verdad?

Jorge no sabía cómo reaccionar ante este lado divertido de ella. Sus ojos se arrugaron divertidos mientras no podía evitarlo, enterró su rostro en el hueco de su cuello, sus hombros temblando de risa.

—Anaya Jakes —su aliento rozó su piel enviando un delicioso temblor a través de ella—, eres imposible.

Los dedos de Aniya recorrían inconscientemente su cabello como si... como si él le perteneciera.

Al darse cuenta de esto, le salieron escalofríos en la piel. Pero entonces necesitaba alejarse de él o desviar su atención, de lo contrario podría terminar siendo su p*ta.