[Capítulo adicional]Petty

La última vez que Abel y Aries salieron juntos solo para disfrutar el día ya había sido hace mucho tiempo. La emoción y el deleite habían bombeado sangre a sus corazones, dándoles un nivel completamente nuevo de energía para lo que el día tenía preparado para ellos.

Siguiendo la orden de Abel, ni un solo caballero los acompañó para que los dos pudieran experimentar un día viviendo una vida mundana, igual que todos los demás. Sin asuntos políticos, sin problemas, sin nada. Hoy, serían solo ellos dos.

Abel y Aries cabalgaron hasta la capital, galopando y, a veces, simplemente disfrutando de un paseo tranquilo para gozar de la brisa de libertad que faltaba en el palacio imperial. Cuando llegaron a la capital y Abel ató su corcel a una estación, ambos, como jóvenes amantes, se unieron emocionadamente a las festividades en la calle.

Aunque… desde la perspectiva de otra persona, se veían más como dos jóvenes que eran buenos amigos.