Sentía que estaba cayendo rápidamente hacia una profundidad sin fin.
Caía y caía, no paraba de caer.
Mientras mis heridas se cerraban y se curaban, el dolor era muy intenso, pero no podía mover un solo dedo de mi cuerpo.
No tenía nada de energía ni de magia; estaba completamente débil. Escuchaba una voz en mi mente. Me pregunté de quién sería.
¿Sería de esa mujer que vi en mi cabeza cuando estaba peleando con ese ángel? No, no puede ser, ya que esta vez es de un hombre.
Me dije a mí mismo, y esa voz me respondió:
"Oye, ¿dónde está papá y mamá? Dime."
No sabía qué responderle. ¿Quiénes eran ese tal papá y mamá? No recuerdo a nadie a quien yo llamara así.
Intenté recordar el pasado, pero nada.
No podía.
Desde que desperté, no recuerdo nada.
Mi mente solo puede recordar desde que desperté en ese lugar oscuro hace tiempo.
¿Será que perdí la memoria? Me pregunté de nuevo a mí mismo, y esa voz de nuevo me habló:
"No recuerdas a papá y a mamá, ¿por qué no lo recuerdas? Juraste no olvidarlos nunca. ¿Acaso olvidas tus promesas? Responde: ¿Acaso no sabes al menos quién eres? Dime..."
"Lo siento, lo siento, pero olvidé todo, absolutamente todo. No tengo recuerdos de mi pasado. No tengo recuerdos de nada... ¡Si tan solo supiera quién soy!"
"Esa respuesta está en tu interior. Tú sabes quién eres y por qué has pasado. Sé que.... las cosas que pasaron hace 100 años en el pasado son esa cicatriz que tanto decías que querías borrar y no quieres recordar. Pero debes recordar quién eres para que sigas luchando porque, esa determinación viene de tu pasado."
"Dime quién soy... Dime..."
"Está en tu mente. Busca bien y escucha a Vitae. Ella es la llave. Escucha tu corazón y sabrás todos los secretos y cómo comenzó esta masacre. Sabrás los secretos de todo el universo y todo lo que te rodea porque tú eres el *****"
En ese preciso momento, desperté con un fuerte dolor de cabeza.
Mis hermanos estaban a mi lado, todos excepto... Iko. Él no estaba por ningún lado.
Intenté levantarme, pero fue en vano.
Me caí de una cuando intenté ponerme de pie.
Mis hermanos me atraparon antes de tocar el suelo y me pusieron contra la pared de la cueva para que descansara un poco más antes de que comenzáramos a ascender por la grieta.
Mi hermano Daichi se acercó un poco a mí hasta que puso su brazo en mi hombro y se sentó a mi lado el estába temblando,pero no sabía porque.
"Oye, tranquilo, no te levantes, quédate sentado un rato. Iremos a ayudar a Iko. Tal vez nos esté esperando con el rey allá arriba. Calcula que nos tomemos unas 12 horas para llegar hasta arriba de nuevo. Así que cálmate, solo... descansa. Si es necesario, yo te cargo, ¿sí?"
"Sí, está bien, hermano. Solo dormiré un poco más. Aún estoy sin magia y no me puedo mover bien. Me duele todo el cuerpo. Jajaja, mierda, nos confiamos mucho y no luchamos con todas nuestras fuerzas somos unos imbéciles."
No podía creer que habíamos perdido la batalla. Todos los ciudadanos del reino de los humanos deben estar muertos en este momento, mientras nosotros estamos aquí atrapados en esta estúpida grieta.
Intenté de nuevo pararme, pero caí al suelo de nuevo y de la nada sentí un fuerte golpe en mi cuello haciendo que me desmayara en el proceso.
[Mientras los hermanos y hermanas de Kurayami se preparaban para subir, los dioses se reunían en el reino de los cielos para decidir el destino de los héroes de los humanos.]