Nyx sostuvo la mano de Archi y juntos se dirigieron a la puerta. Archi estaba llorando —Madre, ¿por qué nos vamos del padre? —preguntó, su voz se quebró.
—Tenemos que protegerlo, no quiero hacerle más daño con mi presencia.
—¿Qué quieres decir? ¿Cómo lo estamos dañando?
—Sí, yo también quiero una respuesta a esa pregunta.
Ella se detuvo en seco y se volvió para ver a Dora, quien sostenía a su bebé en brazos.
—¿Por qué te vas?
—Dora, tengo que irme.
—Mi madre acaba de morir Nyx, ¿quieres irte en medio de todo esto?
—Lo siento, pero no puedo quedarme más tiempo. No quiero causar problemas.
Los ojos de Dora denotaban —¿A qué te refieres con eso? ¡Te necesitamos aquí! ¿Desde cuándo te convertiste en un problema?
—No lo entenderás Dora, por favor déjame ir. Tengo que hacerlo —se dio la vuelta sobre sus talones y caminó unos pasos hacia la puerta.
—¡No puedes irte! ¿Qué estás pensando? —ella gritó.