Momentos difíciles,

—Archi se apresuró a su lado sujetando su brazo sangrante —Madre.

—Oberón se detuvo en seco, la espada se le cayó de las manos —¿Qué he hecho? —siseó, tomando la mano de Nyx.

—Archi vio esto, y apartó las manos de su madre —¡Mira lo que has hecho!

—Por alguna razón, sintió que la culpa lo inundaba como un río.

—Eso no fue intencionado —gimió.

—Miró a los guardias que estaban prestando atención a una vista muy interesante.

—Todos deberían irse de aquí —ordenó, ya suficientemente frustrado.

—Esto sanará pronto, no te preocupes —continuó susurrando en sus oídos, intentando detener la sangre que fluía tan rápido de su brazo.

—Todos los guardias se fueron de allí, pero no sin mirar a Archi con malicia.

—Lo siento mucho —le dijo a Nyx—, te juro que esto no fue intencionado —rasgó un pedazo de su túnica y rápidamente lo envolvió alrededor de ella.