El Legado de las Sombras Olvidadas - Parte 2

Raven sonrió levemente, y se levantó para irse. Jake se quedó solo con el diario, sumido en sus pensamientos. Mientras seguía hojeando las páginas, comenzó a notar pequeños detalles que podrían ser la clave para entender mejor la Energía Estelar.

En ese momento, una idea brillante cruzó por su mente. ¿Y si el diario tiene pistas sobre cómo completar las secciones faltantes? Pensó. Decidió que su primer paso sería examinar cada técnica y comparación para ver si podía descubrir algo que le ayudara a llenar los vacíos.

Jake pasó el resto de la tarde en la cafetería, inmerso en el diario. El sonido del café siendo preparado y las conversaciones suaves a su alrededor se convirtieron en un fondo casi imperceptible mientras sus ojos recorrían las páginas.

Cuando finalmente se levantó para irse, el sol ya se había puesto. Jake se llevó el diario consigo, sintiendo una mezcla de anticipación y determinación. Sabía que este manual incompleto era solo el comienzo de un viaje mucho más grande, y estaba decidido a descubrir todos sus secretos.

Mientras salía de la cafetería, Jake sintió una oleada de resolución. El futuro estaba lleno de incógnitas, pero con el diario en su poder, al menos tenía una pista para seguir. Y mientras caminaba hacia la noche estrellada, estaba seguro de una cosa: estaba preparado para enfrentar lo que viniera, armado con el conocimiento de la Energía Estelar.

Al planear ir al templo, los protagonistas se reúnen esa tarde alrededor de una fogata improvisada en las afueras de la ciudad. "Tal vez no sea tan mala idea después de todo", pensó Jake, mientras revisaba su mochila por quinta vez. Claro, no podían ir sin una preparación adecuada, y eso incluía su obsesivo chequeo de equipo.

—Bueno, ¿y qué esperamos encontrar allá? —preguntó Sophia mientras mordisqueaba una galleta.

—No lo sé, tal vez un premio por ser los más imprudentes en la historia —Jake sonrió de lado, su tono estaba a medio camino entre la ironía y el entusiasmo—. Pero si hay algo que Raven no nos contó, lo averiguaremos nosotros.

Al día siguiente, se levantaron antes del amanecer. El viaje no sería largo, pero las historias sobre el templo abandonado ya habían logrado intimidarlos un poco. "Templo de la Llama Eterna... suena más místico que acogedor." Jake pensaba en voz baja mientras ajustaba la cinta de su espada.

La caminata al templo fue todo lo que esperaban: árboles retorcidos, niebla espesa y esa molesta sensación de ser observados. Sophia bromeó sobre que el GPS los estaba enviando a otro plano dimensional, mientras Jake miraba las sombras entre los árboles.

—Tú ríete, pero estoy bastante seguro de que, si nos perdemos aquí, ni siquiera nuestra app de mapas nos salvaría.

Cuando llegaron finalmente al templo, los pilares antiguos y cubiertos de musgo los recibieron con una sensación pesada. En el centro, la Llama Eterna aún ardía, pero había algo extraño... una energía casi imperceptible vibraba en el aire, distorsionando el entorno.

—Esto no es un simple fuego, ¿verdad? —preguntó Sophia, más seria que de costumbre.

—No —respondió Jake, mientras observaba los pilares que formaban un círculo alrededor del fuego—. Creo que estamos dentro de un hechizo... y no es cualquier hechizo. Este lugar está aislado, como si hubiera sido arrancado del resto del mundo.

Ambos se miraron, comprendiendo que habían entrado en algo mucho más grande de lo que imaginaron. La risa de antes se desvaneció, pero el desafío ante ellos solo estaba comenzando.

La energía en el aire era evidente, casi como si el templo en sí respirara, moviendo una vibración sutil que recorría la piel de Jake y Sophia. "No es un fuego común, y definitivamente no es un hechizo de bajo nivel", pensó Jake, analizando la estructura del lugar mientras caminaba en círculos, su mirada clavada en los pilares.

Sophia, intentando mantener la calma, empezó a examinar el terreno, deteniéndose frente a uno de los pilares. Sus ojos se estrecharon al notar unas runas desgastadas en la piedra.

—Estas marcas... parecen mucho más antiguas de lo que pensaba. —suspiró Sophia mientras se arrodillaba para tocarlas. Un leve resplandor azul comenzó a emanar desde las ranuras, y la tierra bajo sus pies se estremeció suavemente.

—¿Qué demonios fue eso? —Jake dio un paso hacia atrás, con los músculos tensos, listo para desenvainar su espada en cualquier momento. Pero nada parecía atacarlos... al menos, no todavía.

—No lo sé, pero creo que acabamos de activar algo —dijo Sophia, claramente intrigada pero también inquieta—. Mira las runas, están conectadas. Y esa energía... tiene un patrón cíclico. Como si fluyera entre los pilares, formando un campo alrededor del templo.

Jake observó de cerca, siguiendo las líneas que conectaban los pilares. "Es una red", concluyó. Cada pilar era un nodo en una estructura energética más grande, cada uno jugando un papel crucial para mantener lo que fuera que contenía la Llama Eterna.

—¿Crees que este lugar...? —empezó a decir Sophia, pero Jake la interrumpió.

—Está sellado, aislado en un dominio espaciotemporal. —Sus palabras salieron de golpe, como si una epifanía acabara de formarse en su mente. Miró la llama—. Esto no es solo un templo perdido. Es una prisión.

Sophia se estremeció ante la palabra "prisión". "Pero ¿qué o quién necesita ser aislado de una manera tan compleja? ¿Y por qué sigue activo?" Las preguntas surgieron sin respuesta inmediata, pero ambas sabían que estaban a punto de profundizar más de lo que nunca habían imaginado.

Flashback: El maestro Hiroshi y la advertencia velada

Mientras Jake intentaba conectar las piezas, recordó las palabras de su maestro de Kenjutsu, Hiroshi. Había mencionado, en más de una ocasión, que ciertos lugares estaban sellados para proteger a la humanidad de fuerzas que no entendían completamente. Hiroshi nunca había dado detalles, pero había advertido a Jake que si alguna vez se topaba con un sitio donde la energía fluía sin descanso, debería tener mucho cuidado.

"La energía no es lo que crees que es. A veces, se convierte en una puerta. Otras veces, es la cadena que la cierra."

Jake tragó saliva. "¿Estamos lidiando con algo más grande que solo un hechizo estelar? ¿Es este lugar una cadena que mantiene a raya algo mucho más peligroso?"

El descubrimiento: Algo se mueve

Sophia estaba concentrada en las runas cuando de repente, el suelo bajo ellos se sacudió ligeramente, como si el mismo templo hubiera despertado de un largo sueño. Los pilares comenzaron a emitir una luz tenue, como un eco de la energía que alguna vez los había cargado. Pero esta vez, algo estaba diferente. La llama en el centro del templo parpadeó, y por un instante, Sophia sintió que no estaban solos.

—Jake... ¿lo sientes?

Jake asintió, sin apartar los ojos de la llama. En el borde de su visión, notó una figura moviéndose entre los pilares. Una silueta, como una sombra sin forma definida, se deslizaba entre la oscuridad. "No puede ser solo nuestra imaginación."

—Algo está mal. —Jake desenvainó lentamente su espada, manteniendo la vista fija en la figura—. No estamos solos. Sea lo que sea lo que este lugar está conteniendo, puede que esté empezando a despertar.

Sophia tragó saliva, sintiendo que la tensión en el aire aumentaba con cada segundo que pasaba. Estaba claro que habían desencadenado algo, algo que los había notado. Los pilares ahora brillaban con mayor intensidad, como si respondieran al creciente peligro.

—Jake, tal vez activar estas runas no fue nuestra mejor idea. —Su voz intentaba mantener la calma, pero el miedo se filtraba en sus palabras.

—Lo que sea que esté aquí... ya nos ha visto. —Jake dio un paso adelante, los músculos tensos mientras mantenía su espada al frente, listo para lo que viniera—. Ahora solo podemos enfrentarlo.

Ambos sabían que no había vuelta atrás.

El templo, sellado por un hechizo ancestral, los estaba empujando hacia un conflicto que ya no podían evitar.