—Penny —Wild observaba a Penny desde el sofá en su oficina, viéndola enterrar su rostro entre sus palmas—. Penny.
—¿Qué pasa, Tío Wild? —Penny se frotó las manos por la cara, tomando una respiración profunda al cambiar su mirada hacia Wild.
—Todo va a estar bien —dijo él, balanceando su cabeza—. Todo va a estar bien.
—Lo sé —Ella asintió, suspirando por enésima vez mientras se recostaba—. Lo sé, Tío Wild.
—Entonces, ¿por qué parece que el mundo entero está a punto de desmoronarse?
—Porque no puedo evitar pensar que, aunque todo va a estar bien al final, me asusta cuánto costará —Penny no respondió de inmediato, tamborileando con las puntas de sus dedos sobre la superficie de su escritorio.
—...
—Finn tuvo un accidente, y ahora Allen —continuó en voz baja, bajando la mirada—. Tío, ¿crees que es la misma persona?
—¿O es solo una coincidencia? —Lentamente, Penny levantó la vista para encontrarse con la mirada de Wild.