Me encontraba en la arena de combate peleando con Voca a muerte, blandí mi espada a toda velocidad, pero solo lo que hacía era esquivar con su cuerpo como si mis ataques fueran de broma.
El me miraba con aburrimiento, yo apreté mis dientes con fuerzas y con un grito blandí mi espada hacia él, pero él dio un bostezo diciéndome que mi ataque no era nada, y con un movimiento de su mano tocó la hoja de mi espada y la desvió.
—Qué aburrido.
Gracias a eso, yo perdí el equilibrio y caí al suelo, pero este se comenzó a agrietar y vi como se rompió viendo un vacío cayendo hacia el.
—¡Espera aun puedo más! aun puedo vencerte yo nunca he perdido, no he perdido nunca, aun te puedo… vencer.
Dije eso mientras caía al gran vacío del suelo mientras Voca me miraba seriamente.
De la nada abrí los ojos rápidamente y me alze de la cama, estaba sudando todo mi cuerpo, pero yo estaba confundido.
—¿Solo fue un sueño? —Lo dije en voz baja.
Mire a lso lados para ver en donde estaba, las paredes eran de color blanco intenso y en la parte inferior tenia un toque de verde, yo mire atonito hacia el frente.
—Yo… perdí?
Sentí mi cuerpo pesado, no sabia como describir lo que sentía, era como si estuviera enojado conmigo mismo, quería llorar no sabia porque, apreté mis labios con fuerza y mi camisa también, pero cuando lo hice pude sentir un dolor intenso.
Neon, en estos momentos había podido sentir algo nuevo que no había experimentado desde cuando despertó, era una sensación amarga como el chico que había ganado tres veces seguidas creyó que era invencible, pero en este mundo hay personas mejores que él, en ese momento el chico sintió la… frustración.
Lloro un poco dejando caer unas cuantas lágrimas a las sábanas, colocando una cara de frustración.
—¿Por qué? porque no pude hacerlo?
—Así que ya despertaste Neon.
Levante la cara, enfrente mío había una chica de cabello rosa con un uniforme elegante, con una sonrisa, pero cuando me vio cambiar su expresión a una de preocupación.
—Neon estás bien? te duele algo, dimelo inmediato.
Charlotte se acercó a mí para verme a la cara, pero yo al escuchar esas palabras endurecí mi cara y la abrace con fuerza para comenzar a llorar.
Ella se sorprendió, pero no dejo restricciones solo se quedó allí parada dándome un abrazo.
—Tranquilo, no se porque estas triste pero lo que haya pasado ya pasó.
Después de haber llorado por un tiempo, me aleje de Charlotte, mi cara estaba pálida, ella me miró con una sonrisa.
—¿Cómo te sientes ahora?
No dije nada, no mejor dicho no tenía motivación para hacerlo, paso unos segundos en silencio, ella se quedó allí sentada esperándome, yo viendo de que ella no se iba comenzar a hablar con una voz baja.
—Yo… perdí…
Ella me miró con una sonrisa dulce y después miró hacia un lado como si pensara en algo.
—Sabes había un dicho que en mi familia decía era “Nuestra mayor gloria no está en no caer nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos.” —Confuncio.
Ella me miró de repente y me lo dijo con una sonrisa.
Pensé en lo que había dicho… “Nuestra mayor gloria no está en no caer nunca… sino levantarnos…” porque pensé que la derrota era algo malo? puede ser que nunca la habia sentido… pero realmente es mala? en el torneo cuando via a los perdedores salen con caras tristes pero después colocaban una sonrisa… no entendía porque, puede ser perder sea algo para aprender.
—Sabes Neon, me recuerdas a Famtom.
—A Famtom, porque?
Yo la miré confundida, pero ella miró al suelo, como si estuviera recordando esos bellos momentos.
—Sabes, antes de que me convirtiera en la secretaria personal de Famtom, yo era una enfermera común y corriente, cuando yo estaba en mi consultorio esperando a que aparecieran los heridos, un día un chico vino a mi consultorio con muchas heridas…
Mientras me contaba esto, dio una sonrisa.
***
Una chica más joven de dieciséis años estaba sentada, jugando con un lápiz en su escritorio para quitarse el aburrimiento, pero después ella se desesperó.
—Ahhh… que aburrido, cuando terminara mi jornada?
Mire la hora, para ver con mas exactitud y me faltaban mas de una hora, la puerta se abrio de repente, yo mire para ver quien era, en la puerta habia un chico de la misma edad que yo, tenia cabello de color azul oscuro, con unos mismos ojos del color de la noche, con un rostro frio y serio, que tenia muchas heridas en todo su cuerpo.
—No me digas, otra vez estabas entrenando no es así?
Me levanté de mi asiento y me dirigí a él, pero el chico no dijo nada solo se quedó allí callado, yo di un suspiro porque la mayoría de las veces no decía nada.
—Bueno siéntate, en la camilla por mientras, deja traigo un poco de alcohol etílico y algunas cuantas vendas para que la herida no se te infecte.
Camine hacia la repisas donde estaban los medicamentos pero, de la nada di un paso en falso y perdí el equilibrio, y estaba apunto de estrellarse al suelo, pero sentí como alguien me sostuvo con sus manos.
Yo mire para ver quien era y era Famtom, yo estaba sorprendida, porque no creí que me había salvado, sus ojos que antes estaban oscuros como el vacío ahora tenían un poco de brillo.
Me quedé hipnotizada, al ver su rostro, pero después me di cuenta y regresé a la realidad soltandome de él, y miré a otro lado avergonzada.
—¡Qué estás haciendo Famtom! no tendrías que haberte movido en ese estado.
—Entendido.
Como si fuera una máquina él se sentó en la camilla, sin emoción alguna, no se porque pero en el fondo de mi mi corazón latía con fuerza cuando miraba no podía pensar en ese momento.
***
Después de decir eso, ella cambió su actitud a una más energética con un aplauso con sus dos manos.
—Muy bien, dejémonos de cosas pasadas, vamos a revisarte.
—Está bien.
Después de decir eso, ella me comenzó a checar mis heridas, yo la vi con extrañeza no era porque me sintiera normal si no por el uniforme que llevaba, ya no era la de una enfermera si no como la de una oficinista.
—Puedo preguntar algo?
—Adelante.
—¿Dónde quedó tu uniforme de enfermera?
Ella al escuchar eso se sorprendió, pero siguió examinando.
—Bueno… es una larga historia pero te la voy a resumir, Famtom al ver a la comandante Cliffy tener una secretaria dijo que contrata a una y pues… me contrato a mi.
—Ya entiendo.
Después de un rato ella terminó de examinarme y me dijo que ya estaba bien, yo como no tenía nada que hacer fui directo a mi habitación, claro sin antes despedirme de Charlotte, mientras me dolía un poco el estómago por el ataque de Voca.
***
En la asociación de caballeros se encontraba una chica rubia de ojos azules como el lapislázuli, indecisa si abrir la puerta o no.
“Alice yo vine a entregarle el mensaje que me dijo la señorita Cliffy, solo es todo, pero él no está en su habitación… él no está en su habitación”
Las últimas palabras resonaban en mi cabeza, y de la nada comencé a imaginarme todo tipos de cosas que podría tener en su habitación, me coloque roja como un tomate, tenia curiosidad de lo que tenia Neon en su habitación, impulsada por mis deseos agarre la llave que la señorita Cliffy me había dado para abrir cualquier tipo de puerta coloque la llame en la cerradura y después de escuchar el clack de que la cerradura la puerta estaba abierta, agarre la manija…
Neon que estaba caminando por el pasillo que tenia una alfombra de color rojo, vio una chica de cabellor rubio bien peinada, como si quisiera lucir su belleza, el chico sabia quien era, es una amiga llamada Alice.
“¿Qué estará haciendo ella aquí? Bueno ya no importa la voy a saludar”
—¡Hola Alice! —levante un poco la voz para que me escuchara.
Pero llera dio un pequeño brinco hacia atrás como si fuera un gato siendo asustado, dejando lo que estaba haciendo y me miró nerviosamente.
—Neon… ¿Qué estás haciendo aquí? creí que estabas en el hospital.
—Ah, eso pues ya me dieron de alta y como no tenía nada que hacer pues vine a mi habitación.
—Jeje, ya veo.
Ella dio una pequeña carcajada, pero se le podía ver un poco preocupada.
—Y dime que estás haciendo aquí Alice?
Pregunté eso porque tenía curiosidad, porque verla en los pasillos era un poco raro, por la simple razón de que era la secretaria y por lo que tengo entendido son personas que administran documentos o hacen pequeños encargos.
—Bueno, es solo que…
Ella miró hacia otro lado un poco roja “Habrá pasado algo antes de que llegara o… ¡No me digas que tienes fiebre! eso es muy malo”
Rápidamente coloque mi mano en la frente de Alice, ella abrió los ojos un poco sorprendida por lo repentino que fue esto, y miro hacia otro lado avergonzada como si no quisiera verme.
—Que extraño que no tengas fiebre, pero porque estás muy roja?
—Ah! No es nada, solo que recordé algo vergonzoso.
—Bueno si es así, ya no importa, pero no me has dicho que estabas haciendo.
Mire hacia la puerta que estaba alado mio para ver de quién era y decía mi nombre, podría ser que quisiera hablar algunas cosas conmigo?
—Ya entiendo, me estabas buscando para algo no es así?
—Eh? si por supuesto!
Ella me miró desconcertada pero después cambió de actitud rápidamente, abrí la puerta y entramos a mi habitación, estaba un poco descuidada pero no era nada del otro mundo.
Alice que había entrado a la habitacion de Neon, miraba el lugar un poco sorprendida era la primera vez que entraba en la habitación de un chico de su misma edad, Alice sin saber en donde sentarse se sentó en la cama y Neon una silla.
“¡Qué está pasando!” pensé eso de inmediato, estaba tan desconcertada de lo que estaba pasando que no pude pensar antes, pero esta es la primera vez que entro en la habitación de un chico.
“Pero en qué lío me meti, pero lo que puede pasar es que me hubiera descubierto, que casi entraba en su habitación sin permiso, no, no, no! eso no puede ser, no he dicho nada pero podría ser que mis intenciones se vieran… como me quiero morir en este momento”
—Y bueno Alice, ¿de que querías hablarme, por eso estas en mi habitación no?
—Ah, es solo que la señorita Cliffy quería verte para hablar contigo personalmente.
Después de decir eso, sentí un malestar en todo mi cuerpo, no sabía porque, sentí como si mi corazón fuera encadenado.
—Ya veo, si eso está bien, vámonos Alice.
—Está bien.
Neon y yo salimos juntos de su habitación y comenzamos a caminar hasta la oficina de la señorita Cliffy.
***
Llegamos a la oficina de Cliffy, como siempre esta estaba muy bien organizada y decorada con un estilo elegante y su gran ventana que estaba detrás de su escritorio.
Ella que estaba en su escritorio nos miró con curiosidad al escuchar el ruido de la puerta abrirse, pero después coloco una cara de alegría.
—Jojojo, Que bueno que viniste Neon, necesitaba hablar de algo importante contigo.
Lo dijo con un tono energético, yo en cambio me senté en el sofá que era demasiado cómodo, se podría decir que más que mi cama.
—Y dime City, ¿de que querías hablarme?
—Deja de llamarme City, mi nombre es Cliffy idiota!
Ella lo dijo molesta, pero era de esperar solo le hacía esa broma para molestarla, Cliffy se sentó en el otro lado del sofá para mirarme de frente.
—Antes de pasar al tema principal te tengo que avisar, que tu fuistes invitado a participar en la reunión del día de mañana a las 5 de la tarde en el bunker, es super importante porque se dira como acabar con el apocalipsis, asi que no faltes idiota… no! mejor dicho ven a mi oficina antes para evitar que se te olvide.
—Ehh, está bien.
—Pero bueno cambiando de tema la segunda cosa por la que estás aquí es por esto.
Ella lanzó unas fotos mias cuando estaba peleando con Voca en el torneo y cuando tenía una aura amarilla, las agarre confundido.
—No entiendo.
Cliffy chasqueó la lengua como si fuera tedioso explicarlo.
—Necesito saber que es ese poder, como lo activaste o qué habilidades te da exactamente.
Me miró fijamente, con determinación era la primera vez que la veía así, pero no se como responderle porque si le digo algo que no es comenzará a hacerme mas preguntas pero en cambio sí le respondo que no se que es exactamente me matara.
Pero bueno es mejor decir la verdad…
—Realmente no sé.
Mire hacia un lado un poco preocupado, pero ella me miró con una cara rara de “Como que no sabes animal?”
—Como que no vas a saber idiota!? ¿Me estás haciendo pendeja o que!?
—¡No es eso! es que solo se activa cuando yo caigo inconscientemente.
Mire un poco preocupado porque Cliffy que hace unos momentos estaba sentada se levantó para mirarme de más de cerca.
Ella me miró por unos segundos al parecer quería saber si estaba mintiendo o no, pero luego ella se tomó al sofá con un suspiro.
—Al parecer lo que dices es verdad, que fastidio, tendré que preguntarle a Voca, pero no se en donde esta siempre se esconde de todos, aparte si le pregunto el Jefe el se va a negar rotundamente, Ahhh.. que desastre, que hare, los de la academia de magia querían saber esa información.
Al parecer Cliffy comenzó a hablar sola, no sabía como reaccionar asi que solo coloque una cara rara, porque no sabía si estaba loca a veces… pero bueno di un suspiro y me levanté.
—Bueno si ya no me necesitan pues yo ya me iré a mi habitación porque ando un poco cansado.
Cliffy que estaba sentada hablando conmigo misma de voz alta, recordó algo de repente y se levantó de golpe, antes de que me fuera.
—¡Espera! se me estaba olvidando dar esto.
La mire con curiosiadas y pude ver como de su bolsillo saco una pequeña caja de color negro, yo la agarre con curioso y lo abri y pude ver el dispositivo que usaba Famtom y los demas comandantes del bunker.
—Esto es… —Lo dije emocionado pero antes de terminar mi oración Cliffy me interrumpió.
—Si como lo andas pensando, es un celular es un dispositivo que solo la gente de alto rango, militares o caballeros lo usan para comunicarse a largas distancias y recibir información inmediata.
En mi cara tenía una sonrisa de alegría por tener aquel dispositivo pero en el interior no entendí nada de lo que dijo Cliffy.
Bueno lo voy a tratar de averiguar cómo se usa en mi habitación… claro si no se rompe antes.
—El celular ya tiene nuestros contactos si nos necesitas para algo y que no se te olvide estar aquí antes de las 4 de la tarde y te lo estoy diciendo como una orden!
—Seh.
Lo dije con un tono indiferente porque ya sabía lo que tenía que hacer, después de eso me despedí de Alice y Cliffy y fui a mi habitación a descansar.
En mi habitación mire el celular que estaba en la mesa con curiosidad y lo toque con la punta de mi dedo la pantalla que estaba fría, pero se iluminó de la nada.
—Ahhh!
Salté hacia atrás porque me había asustado, era la primera vez que usaba estas cosas.
—No lo he roto, ¿verdad?
Lo dije un poco preocupado, mejor lo dejo así…