Vinculación 1.

La semana de vinculación o también conocida como el día del estudiante. Algo muy común que se festeja en nuestro país donde se suele dedicar un día entero a realizar un festejo en las escuelas con deportes, concursos o eventos como discos o kermeses.

En el instituto se realiza en un intervalo de tres días en mayo, de miércoles a viernes, y nos ha tocado celebrar este evento. El calor abrasador nos envuelve en los salones, incluso con aire acondicionado encendido.

"Chicos, por favor. Presten atención", exclama una compañera en nuestro salón de clases intentando hacer que la escuchemos, pero, todos están platicando.

"¡Chicos!" exclama el profesor de física.

Todos guardamos silencio y miramos al frente.

"Gracias… A ver, los días de vinculación serán la próxima semana, así que como saben el miércoles, jueves y viernes no habrá clases, se dedicarán por completo a los convivios" dice.

Todos festejan y ella levanta su puño pidiendo silencio.

"Como saben se realizarán competencias deportivas separadas en categoría femenil y varonil, los deportes serán fútbol, basquetbol y volibol" dice ella.

"Si quieren inscribir equipos pueden hacerlo hasta el lunes. La inscripción consta de 200 pesos por equipo. Los partidos se jugarán por la mañana, dejando libre las tardes para los convivios".

"Si alguno se quiere inscribir a las competencias de comelones, carreras de rally o tirar la cuerda, puede verlo conmigo. Si gustan participar con equipos en los deportes pues deben acudir con la presidenta del consejo," dice, para luego regresar a su asiento.

Un equipo de fútbol… creo que puedo meter un equipo.

Cuando pregunté por la información de la competencia de fútbol me dijeron que se trata de fútbol asociación, un equipo de mínimo 11 integrantes y máximo 20. Aunque quiera meter un equipo, solo cuento conmigo y Rodrigo.

"¿Quieres que yo juegue contigo?" pregunta Eduardo.

"¡Por favor! Hace mucho que no participo en un torneo de fútbol que me emociona el hacerlo ahora" respondo agachando mi cabeza y juntando mis manos suplicándole.

"Está bien, lo haré, pero no tengo zapatillas ni uniforme" responde.

"No te preocupes, yo me hago cargo" digo.

"Ahora, solo necesito que consigas a otras 17 personas que sepan jugar" digo.

"¿Sabes lo complicado que es eso?" pregunta con un rostro algo molesto.

Eduardo cruza sus brazos y suspira, "eres el chico más popular de la escuela, te garantizo que si dices que quieres gente para un equipo todos querrán participar".

Tiene razón, tal vez si publico un cartel en el comedor hoy mismo, mañana tendría oportunidad de hacer una prueba.

"¡Ya veo!" exclamo.

Tras hacer un cartel para informar sobre una pequeña prueba para formar el equipo, lo pego cerca del comedor en la tarde. Esperaría a las personas en el campo de fútbol a las 5 de la tarde, por lo que debían llegar más tardar 5:30, por suerte para mí, había una gran cantidad de personas allí, sencillamente conté cuarenta chicos.

"Buenas tardes, me alegro de que todos quieran participar, pero, como dije en el cartel, solo 17 van a ser seleccionados" digo.

"No hay pedo, nosotros aguantamos vara" dice uno de ellos.

"Bien, pues, vamos a ver sus habilidades" digo.

Hice equipos de diez, cuatro equipos, dos partidos, cada partido de 10 minutos. No me importaba ver goles, me importaba ver habilidades individuales, así como su capacidad para analizar a los rivales y obtener posibles jugadas. Aquellos que jugaron de defensas laterales debían apoyar y subir, los centrales mantenerse abajo marcando la línea defensiva del fuera de juego, los medios laterales subir y llevar el juego por las bandas mientras que los centrales ayudar a mantener el juego en control.

Los delanteros generalmente esperar el balón y atacar, pero, siempre estar al pendiente del equipo para lo que se requería. Tras treinta minutos, anotando los nombres de todos y analizando su desempeño obtuve resultados.

"Ya tengo los resultados, y bueno, solo quiero decir que no fue fácil, todos tienen puntos muy favorables, es notable que muy pocos han jugado en equipos o han entrenado, la mayoría se rige por la ley de jugar en el barrio" digo, tomando mi libreta a punto de leer los nombres.

"Los seleccionados son, Andrés García, Tomás Cervantes, José Mendoza, Ariel Pérez, Ricardo Suárez, Jonathan Enríquez, Juan Lucio, Emanuel Ramírez, Uriel Peralta, Néstor Sánchez, Jorge López, Francisco Castellano, Fernando Culebro, Fabián Trujillo, Nery Patraca, Diego Juárez, Jesús Alvarez" digo en voz alta.

Todos esos chicos emocionados pasan al frente y los demás aplauden.

"Les agradezco su tiempo a todos, como dije, fue difícil seleccionarlos, únicamente escogí a los que jugaran mejor en equipo con buenas habilidades individuales, ya que, es un modo de juego donde el equipo es lo principal" digo.

Tras eso, comienzo a platicar con los chicos, pues, según la presidenta del consejo, es necesario llevar un uniforme diferente al de los demás.

"Pero no tenemos playeras iguales" dice uno de ellos.

"No se preocupen, ¿les parece el uniforme de nuestra selección nacional?" pregunto.

Todos se miran entre sí y sonríen.

"Claro", dicen.

"Bien, en esta lista escriban sus tallas de ropa, veo que tienen zapatillas así que solo ocupan el short, las medias y la playera" digo.

Todos escriben sus tallas y me entregan la hoja.

"Muy bien chicos, pues, nos vemos el lunes, mientras tanto voy a inscribir al equipo con la presidenta" digo.

No me importa si no ganamos, únicamente quiero divertirme, pero tampoco sufrir una goliza.

Me dirijo con la presidenta del consejo estudiantil. Paso la dirección y llego a la sala del consejo, donde al tocar la puerta una chica me abre, ella se sorprende al verme. Tiene el uniforme del diario, su cabello es castaño y rizado mientras que su piel es clara, sus ojos verdes y sus labios finos llevan un bálsamo rosado.

"Buenas tardes, ¿se encuentra la presidenta?" pregunto.

Ella asiente y me deja entrar.

"Adelante" dice.

Cuando entro puedo ver que es una sala algo formal, tiene dos sofás y una mesa de centro de cristal. En un sofá hay dos chicos sentados, uno tiene una libreta donde está anotando algunas cosas y el otro tiene una laptop donde parece estar escribiendo un reporte.

Al fondo hay un escritorio algo extenso donde se encuentra la presidenta sentada, observándome fijamente.

"Pero si es el mismísimo Eric Jaeger", dice la presidenta al verme entrar.

Ella es una chica ligeramente alta, su cabello es negro, lacio y largo hasta la media espalda, sus ojos marrones y su piel un poco morena.

"Buenas tardes, es bueno saber que me conocen en el consejo" digo.

"Después de tu participación tan interesante en aquel torneo, todos te conocimos, además, siempre peleas por el primer lugar en las calificaciones de nuestra generación" responde.

Ella ve que traigo una hoja en manos y tras suspirar, el papel en mis manos sale volando rumbo a ella.

"¿Eh?" digo al tomarme por sorpresa.

"No te asustes, la telequinesia es mi poder" dice entre risas.

"Una disculpa" digo.

Ella mira la hoja y deja ver un rostro emocionado.

"Así que vas a inscribir un equipo de fútbol, no es por nada, pero espero que me dediques un gol" dice guiñándome un ojo.

"No lo creo" digo.

Ella abre una laptop y comienza a capturar la información del equipo.

"¿Eres un buen jugador?" pregunta.

"Sí, soy muy bueno" respondo.

"Espero que no te toque contra David nuevamente, él va a participar" dice ella.

"Pues, lo derrotaré una vez más" respondo con un rostro lleno de orgullo.

Tras unos momentos, ella finaliza la toma de datos y me regresa la hoja.

"¿Qué nombre le pondrás a tu equipo?" pregunta.

"No lo sé… escribe: The TimeKeepers" respondo.

Ella sonríe y escribe el nombre.

"¿Solo por tu poder?" pregunta con un tono algo arrogante.

"No se me vino nada a la mente, considero que está bien" respondo.

Ella termina y me mira.

"El dinero, por favor" dice.

"Claro".

Tras pagarle, ella me entrega una hoja de comprobante donde se verifica que el equipo está inscrito.

"Muy bien, pues buena suerte para ti y tu equipo" dice.

"Muchas gracias" respondo.

Tras eso, me dispongo a conseguir los uniformes para todos. Por supuesto, no puedo salir del instituto por lo que el guardia es mi mejor elemento, siempre puedo contar con él cuando se trata de conseguir cosas afuera mientras no son días libres. En dos días, él llegó con los uniformes, únicamente con el número, pedir la serigrafía del nombre del jugador ya es demasiado.

"Toma Eric, me sobraron doscientos pesos" dice.

"Quédatelos por el favor, muchas gracias" le digo, para luego ir a reunirme con los chicos del equipo y darles sus uniformes. Es entonces que estamos listos para el torneo.

El aire mueve las hojas de los árboles, es una mañana calurosa, pero con viento que te revitaliza, no puedo describir lo hermosa que es esta sensación, hace calor, pero al mismo tiempo no, en cierta forma me siento nostálgico. Todos los pasillos del instituto, los muros y pilares tienen pequeñas cortinas o tiras de papel picado, los chicos realmente lucen relajados y felices al festejar estos eventos; nos viene bien un descanso cerca de final de semestre.

El primer partido será de mi equipo contra otro llamado 'Aplasta Duendes', en este tipo de eventos suelen haber nombres muy graciosos. Supongo que prohibieron los nombres obscenos ya que es muy común encontrarlos.

Me encuentro en los vestidores con los chicos, todos nos estamos colocando los uniformes y rociándonos de desodorante. Cuando finalmente terminamos, nos reunimos.

"Chicos, sé que es un torneo para diversión, por lo que solo tómenlo como eso, diversión, jueguen limpio, eviten las faltas, eviten llevarse un mal trago, es normal que nos molestemos en pleno juego, pero, deben aprender a controlar sus emociones. Ahora, vamos allí afuera, juguemos buscando divertirnos y avancemos hasta donde nuestras habilidades nos lleven".

Todos aplauden mi discurso y salimos de los vestidores, rumbo al campo nos encontramos al equipo contrario con un uniforme negro por completo, parece ser de un equipo de nuestra liga nacional. El nuestro es una playera verde, un short blanco y medias rojas. La playera tiene unas delgadas líneas rojas sobre los hombros, es el uniforme de nuestra selección.

Al salir al campo podemos escuchar los aplausos en cuanto todo el público nos ve en las gradas. Después de este partido Emily juega con su equipo de volibol, verla sentada en las gradas me sorprende, pues, debería estar preparando con su equipo, ella está sentada vistiendo una blusa sin mangas de color blanca y lo que parece ser un short negro.

Agradezco que haya venido a verme.

Las posiciones son sencillas, usando una formación 4-3-3. Yo quedo como extremo izquierdo, buscando forzar a la línea defensiva a abrir espacios. Mientras que Rodrigo se va como mediocampista central y Eduardo queda como defensa central derecho.

El árbitro nos dice las reglas, no golpes, no insultos, nada de tocar genitales ni partes privadas, por supuesto, es normal, las reglas del fútbol asociación entran en regla completamente, así, pregunta a los arqueros si están listos y finalmente pita. El equipo contrario tiene el balón, por lo que yo apoyo a marcar a uno de los mediocampistas que comienza a subir mientras mi centrodelantero se encarga de atacar al portador del balón.

Mis mediocampistas suben y comienzan a marcar a los rivales, impidiendo su paso mientras ellos buscan abrirse juego buscando darle vuelta al balón a lo largo del campo. Ellos tienen una estructura 4-4-2, por lo que el mediocampo se compactará mientras que las bandas serán ligeramente vulnerables.

Con una marcación ideal, el equipo contrario comienza a jugar el balón en su área defensiva al punto de incluir al portero, es entonces que decido atacar de lleno a un defensa sin darle oportunidad de recibir el balón; su error fue esperarlo y no salir a buscarlo.

Le robo el balón y entonces asisto a mi compañero en la otra banda mientras el centrodelantero toma posición para recibir el centro, sin más, mi compañero extremo da el pase de forma magistral, un balonazo brutal que suena en todo el campo mientras se escuchan los gritos de apoyo. Así, el portero logra salir y toma el balón con sus manos, ganándole a mi colega.

"¡Mierda!" exclama.

"¡No te preocupes! ¡Relájate! ¡Hay que bajar!" le digo.

El portero despeja el balón hasta un poco más delante de la media cancha, por lo que mis mediocampistas interceptan el balón y comienzan a darle juego. No sería fácil, los contrincantes son realmente buenos defendiendo, se nota lo amateur, pero realmente tienen nociones defensivas, por lo que mi equipo retrocede y así me posiciono sobre la banda nuevamente.

Eduardo recibe el balón cerca del área grande y entonces me lanza un centro con tanta fuerza que incluso pensé que saldría del campo, por lo que corro con gran velocidad dejando atrás a mis rivales. El balón cae sobre mi pie izquierdo y lo controlo, pero un rival intenta interceptarme por lo que con un autopase de sombrerito termino dejándolo parado y humillado.

Veo que mi compañero está demasiado marcado y tengo la otra banda libre con mi otro colega, sin embargo, los medios están llegando y Rodrigo aparece, por lo que le paso el balón, arrastro las marcas hacia el área y mi mediocampista izquierdo entra al hueco recibiendo el balón, teniendo una gran oportunidad, retrocedo jalando dos marcas conmigo, dejando un espacio en el área grande.

Es allí cuando mi medio izquierdo pasa el balón hacia el área penal y mi centrodelantero aparece para rematar con su cabeza, anotando un magistral gol que el portero logró desviar, pero no lo suficiente para impedir su paso.

"¡Gol!", exclamo con fuerza y corro a abrazar a mi compañero.

"¡Eso es! ¡Así se hace! ¡Se los dije! ¡Es solo juego en equipo mis amigos!" les digo con euforia.

Me siento un poco agitado, pero estoy bien, creo que son fechas en realidad de hace un año cuando sufrí ese paro cardíaco, sería gracioso que nuevamente sufriera otro.

El partido inicia nuevamente, y aunque no pueda jugar como hace un año, la verdad es que está bien, no estoy jugando con un equipo con el que entreno a diario ni conozco sus habilidades, sabiendo que es más difícil que tengan pensamiento táctico en el partido es mejor que yo me dedique a hacer jugadas y abrir marcas.

El primer tiempo avanza con un control de juego dominante para nosotros y aplastante para los contrarios, no hay más goles, pero, realmente es emocionante, sin más, el árbitro pita y vamos a medio tiempo.

"Bien hecho, chicos, lo hicieron genial. Recuerden, debemos trabajar así, fueron solo diez minutos, ¿alguien quiere ser cambiado? Digo, para darle oportunidad a los demás" digo.

"Yo" dice uno de los chicos.

"Perfecto, ¿alguien más?" pregunto.

"Sí, yo" dice otro más.

Con dos cambios, tendremos piernas frescas y podremos generar mayor rendimiento, son solo diez minutos, estaba acostumbrado a jugar más de ochenta minutos por partido, pero tiene tiempo que no juego partido oficial.

"Bien, entonces que así sea", digo.

Se realizan los cambios, hay un nuevo inicio de partido, el segundo tiempo inicia y es hora de seguir avanzando. Mis compañeros toman el balón y comienzan a jugar en la defensa mientras los mediocampistas comienzan a abrir espacios en las marcas delanteras para que mis colegas de línea ofensiva y yo comencemos a avanzar hasta la línea defensiva rival.

Puede que sea por mi habilidad, pero en este momento me percato de que tengo tres marcas yo solo, uno delante, uno a mi derecha y otro detrás, tiene mucho tiempo que no me sentía así de vivo. Me siento brasileño, siento la samba comenzar a sonar dentro de mí, solo me falta el cabello largo sujetado con una liga y una banda en la frente, la piel morena y juro que me parecería a Ronaldinho Gaúcho.

Comenzamos a abrir marcas en toda la zona y finalmente logramos tener una entrada. Con un pase directo, tomo el balón y paso el balón entre las piernas de mi rival dejándolo parado, luego regateo a otro más empujando el balón hacia la derecha y luego regresándolo rápidamente hacia la izquierda, consiguiendo que el defensa se fuera hacia el lado contrario de mi perfil.

Estoy fuera del área penal, cerca de veinte metros desde mi posición, un tiro desde aquí seguramente es imposible, pero no puedo tomarlo tan en serio, no he hecho ningún tiro en todo el partido. Me perfilo lo necesario y preparo mi pierna izquierda, entonces, pateo el balón con una fuerza considerable para alcanzar la portería, el portero está parado sobre el palo izquierdo cerca de mí, dejando el palo derecho.

Mi disparo fue tan cruzado que logra atravesar toda el área de meta y toca el travesaño y el poste, justo en la esquina y el balón entra a la portería en un tiro perfecto.

"¡Gol! ¡No te pases!", exclaman mis compañeros.

"Bueno, creo que no he perdido el toque" digo entre risas.

Todos me abrazan mientras otros me dan de zapes.

"No mames, Eric, te rifaste" dice Rodrigo con emoción.

"Ya lo sé, ya sé, vamos, hay que seguir" digo.

Trotamos de vuelta a nuestra cacha y miro a las gradas que se encuentran a mi derecha. Emily está allí aplaudiendo y entre esos aplausos me lanza un beso. No puedo evitar sonreír al verla y sigo avanzando. Diana, Sandra y Karla también están allí, puedo imaginar que están contentas con el resultado.

El segundo tiempo avanza rápidamente, no podemos encontrar espacios, los rivales comienzan a tomar ventaja, entonces, Rodrigo se barre recuperando el balón que termina rodando en el suelo libremente. Al ver esto, uno de mis compañeros sale rápidamente de la línea defensiva y patea el balón con mucha fuerza. Mis amigos de línea y yo avanzamos rápidamente, el balón caerá en la línea defensiva rival, justo en el centro, por lo que es necesario correr. El centrodelantero logra llegar, pero no recupera el balón; el defensa lo pasa antes de que este pueda atacarlo.

La bola se encuentra sobre la banda derecha, por lo que mi colega corre y logra interceptarlo, tomando el balón rápidamente con sus pies, comienza a correr a toda velocidad y toma ventaja en la banda, los rivales se concentran en el centro por lo que me pasa el balón hasta mi posición. Estoy cerca de los primeros quince metros sobre la banda izquierdo, tengo una marca de cuatro rivales, aunque sea muy bueno sea muy bueno es muy difícil que consiga enfrentarme a ellos y mantener el balón.

Entre regates y fintas logro pasar a dos, con un sombrerito paso a los otros dos y cuando me preparo a pasar el balón siento un inmenso dolor en mi pantorrilla derecha, cayendo al suelo y rodando unas cuantas veces en el pasto. El árbitro pita y detiene el juego.

"¡Eric!" exclaman mis compañeros corriendo hacia mí.

"¿Estás bien?" preguntan.

"Sí, solo entró algo brusco", respondo.

Tras eso, me pongo de pie y el árbitro le está sacando la tarjeta amarilla al que me derribó.

"Es tiro libre directo" dice el árbitro, marcando con la espuma en el pasto una línea para el balón y aproximadamente cuatro metros detrás hace otra línea para la barrera.

"Escuchen, necesito que hagan esto, van a colocarse con las marcas defensivas detrás de la barrera, cuando yo vaya a disparar ustedes jalan las marcas para fuera del área penal, dejando que Rodrigo entre y remate" digo.

"Como digas", dicen.

Todos se posicionan, el árbitro pita, preparo mi pierna y entonces pateo el balón, mis compañeros jalan las marcas fuera del área penal, el balón pasa la barrera y Rodrigo entra al área impactando el balón apenas con la punta de su pie. El balón se cruza al lado contrario del portero, no vio venir a Rodrigo por lo que no puede pararlo, es así como nuevamente anotamos otro gol a nuestro favor.

"¡Gol!" exclamamos todos.

Desde la tribuna también podemos escuchar los festejos de nuestros amigos. Todos me abrazan, así como a Rodrigo. Tras eso, el partido continúa y el árbitro pita el final. Todos nos saludamos y nos reunimos en la banca para platicar un rato, pero, puedo ver como Emily se levanta y se va con las chicas.

¿Eh?

"… ¿No lo crees Eric?", dice Rodrigo.

¿Dijo algo? Es que, no pude escucharlo.

Aunque intento voltear hacia Rodrigo, mi mirada se pierde en Emily, lleva una licra corta negra, ajustada, es algo enfermizo, pero, por alguna razón no puedo dejar de verla.

"¿Por qué no vamos a verlas jugar?" dice Rodrigo, tocando mi hombro.

"Ah, sí, hasta que tienes una idea genial" le digo.

Los chicos siguen festejando y nos despedimos de ellos para ir al gimnasio a ver jugar a las chicas. En cuanto llegamos podemos ver a todas calentando, yo me siento en unas gradas algo altas, pero cerca de la cancha para poder ver.

Carajo, Emily tiene un cuerpo realmente hermoso.

"Veo que por fin te muestras como eres" dice Rodrigo.

Ese comentario me da algo de enojo, pero, tiene razón.

"No te preocupes, yo no juzgo, las chicas en licras cortas, ajustadas, dejando ver su carne, es increíblemente excitante, ¿no?" dice.

"No lo sé, solo estoy viendo a Emily" digo.

"Ah, se me olvida que solo te importa tu novia, bueno, más para mí, oye, Sandy no está nada mal, ¿recuerdas el día de la playa? Tengo que decirlo, le dediqué dos" dice Rodrigo entre risas.

Eso hace que logre salir de mi concentración y lo miro con un rostro asqueado.

"En verdad eres una basura" le digo.

Rodrigo hace un gesto sacándome la lengua mientras repite lo que le dije, "di lo que quieras, Eric, pero, soy un hombre, un hombre de gustos divinos".

Emily está lanzando algunos balones, no sabía que era tan buena en esto. Aunque hemos jugado juntos muchas veces nunca vi que fuera tan buena. Es allí donde ella voltea hacia mí y se percata de que estoy observándola fijamente, Emily me sonríe mientras se sonroja y me saluda.

"Jeje" solamente puedo reír nerviosamente mientras la saludo algo avergonzado.

Ella lleva una licra ajustada de color negro y corta, su playera es ligeramente holgada y sin mangas, lleva rodilleras y su cabello levantado con una coleta. Luce realmente hermosa.

Tras unos minutos, el árbitro aparece y se coloca a un lado de la red mientras otros asistentes están del lado de cada cancha. Todas escuchan las reglas y típico sermón al inicio de un partido y finalmente dan inicio al partido.

El equipo de Emily saca con Sandra, ella lanza un despeje muy fuerte y el balón es recibido por una contrincante quien hace que balón bote hacia arriba, luego, otra chica aparece y remata el balón al dar un enorme salto.

El sonido del golpe es brutalmente intenso, Emily lo intercepta y cae al suelo por el movimiento que hizo y la fuerza que el balón llevaba. El balón queda en el aire y Diana aparece para pasarle el balón a otra chica que no conozco, pero Karla entonces lo remata, anotando el punto a su favor.

"¡Venga chicas! ¡Así se hace!" exclamo mientras aplaudo.

Rodrigo permanece algo aburrido, solo ha venido para acosar a las chicas con su mirada.

Con cada jugada, las chicas comenzaban a tomar mucha ventaja, pero no es mucha la diferencia entre ellas y sus rivales, pues, comienzan a tomar puntos de igual forma. Parecía que las rivales anotaban un punto cada que Emily y las chicas anotaban dos.

"¡No jodas!", exclama Rodrigo con fuerza mientras aplaude al ver una anotación directa de Diana desde su saque.

"Vine a ver cuerpos eróticos y terminé emocionado con un partido fascinante", dice.

"Es verdad jaja", respondo, con la garganta algo afónica debido a los gritos de emoción.

El primer set termina dándoles la victoria momentánea a Emily y las demás, con un resultado de 25 a 17. Hay un receso en el cual todas se hidratan, rociándose agua sobre el pecho y cabello, Emily hace lo mismo, el agua cae lentamente sobre su piel y luego sacude su blusa para recibir aire.

"Demonios", dice Rodrigo con un tono algo ronco.

Esta vez te comprendo, Rodrigo, te comprendo perfectamente. Es mi novia, pero, aunque la respete, hay momentos en los que simplemente no se puede evitar pensar en cosas así…

Tras un descanso de cinco minutos, todas regresan a la cancha nuevamente, se preparan para el saque inicial y Emily es quien intercepta el balón rival, Diana acude al rebote y lo posiciona para Sandra quien únicamente lo empuja ligeramente sobre la red.

Una de las rivales se arroja al suelo y logra detener el balón haciendo que rebote hacia su propia cancha, así, otra chica eleva el balón con un pase y una más aparece para golpear el balón con gran fuerza.

El balón se dirige hacia la cancha de Emily en un punto vacío, pero es Karla quien se avienta sobre el suelo logrando desviar el balón con una mano, así, Diana lo coloca para Emily y ella lo golpea con tanta fuerza que el sonido hace eco en el gimnasio.

Ese golpe lleva el balón al área fuera de la cancha dándole el punto a las rivales.

"¡Venga, chicas! ¡No pasa nada!", exclamo con fuerza, mientras sostengo mi teléfono y grabo el partido.

Aunque el gimnasio no está lleno, hay muchas personas viendo el partido en las gradas; los aplausos hacen eco por doquier.

Con el pasar del tiempo, el partido terminó convirtiéndose en una real emoción. Las chicas están a un punto de ganar, gana el mejor de tres sets, es decir que, si ellas anotan un punto más, ganan, el marcador es 24 a 20.

"¡Vamos, Emily!", exclamo y luego silbo intentando apoyarla.

"¡Tú puedes!" Rodrigo grita con todas sus fuerzas colocando sus manos alrededor de su boca.

Emily despeja el balón y una rival logra interceptarlo en la red, provocando que caiga suavemente de regreso en la cancha de Emily, pero la chica que completa su equipo se desliza en el suelo logrando pasar el balón a Diana quien lo eleva y Karla corre hacia este, dando un enorme salto y golpeando el balón con gran fuerza.

"¡Eso es, ya lo tienen!", exclamo, poniéndome de pie junto a Rodrigo.

El balón casi toca el suelo, pero una rival logra detenerlo. Los gritos emoción de nosotros y los demás espectadores inundan el gimnasio. Las rivales logran regresar el balón con golpe intenso, pero es Diana quien recibe el balón con un golpe bajo para mantenerlo y darle juego.

Entonces, Emily aparece corriendo con gran velocidad, "¡Yo voy!".

Con un salto de casi dos metros, estirando todo su brazo y girando su torso, ella termina rematando el balón con una fuerza brutal. Ella dobla su torso hacia el frente junto sus piernas y genera un estruendo increíble al golpearlo. En un parpadeo, el balón se aproxima al suelo rival. Dos chicas se arrojan al suelo, pero es inútil, el balón toca el suelo y es punto para el equipo de Emily.

"¡Vamos, carajo! ¡Eso es!", exclamo con toda mi fuerza.

Rodrigo y yo nos abrazamos mientras gritamos de emoción perdiendo la poca voz que nos quedaba.

Emily y las demás se abrazan al haber ganado el partido, ella me mira con alegría y me lanza un beso a la distancia, por supuesto que yo se lo devuelvo.

"No puedo creerlo, un deporte que siempre creí aburrido resultó ser demasiado emocionante" dice Rodrigo.

"Sí, así es. Fue muy bueno este partido" digo.

Ambos bajamos a la cancha y saludamos a las chicas, entonces abrazo a Emily quien por un momento se aleja de mí.

"¿Qué pasa?" le pregunto, completamente confundido.

"Es que, estoy muy sudada, debo oler feo" dice.

"Jamás me darás asco, eres hermosa y aunque huelas mal no me importaría" digo.

Tras eso, acerco mi nariz a su cuello y la olfateo, ella se asusta y retrocede de forma repentina.

"¡Qué haces!" exclama con una expresión de miedo.

"¿Ves? No hueles mal, ahora ven y abrázame, aunque seguramente yo apesto", digo, oliendo mi axila, pues no me perfumé ni nada por el estilo al terminar el partido.

Ella me abraza con fuerza e incrusta su cara en mi pecho.

"No hueles mal, es tu aroma… justo como me gusta", responde, mirándome con una expresión relajada, provocativa y en cierta forma, eso me está alterando.

Puede que su sudor me esté generando una reacción, pero ella está muy intensa el día de hoy.

"Hey, dejen sus tonterías, y vámonos que habrá otro partido" dice Sandra.

Emily me suelta lentamente y me toma de la mano.

"¿Qué hacemos?", pregunta Emily.

"Pues, hoy es el primer día, y ya debe haber puestos de comida o snacks en la explanada", dice Diana.

"Vamos a ver que encontramos", dice Sandra.

Todos salimos del gimnasio y nos dirigimos rumbo a la explanada. El aire nos empuja ligeramente, sinceramente adoro esta sensación, llevar de la mano a mi novia mientras este clima mueve nuestras prendas holgadas, nuestro cabello, es como si el ambiente fuera romance puro para nosotros. Emily recuesta su cabeza en mi brazo mientras caminamos y envuelve sus brazos con el mío y logro sentir su calidez fusionada con el calor primaveral de mayo.

Es el primer día, aún faltan dos más, solo sé que quiero disfrutarlo tanto como se pueda. La música a nuestro alrededor resuena y todos están disfrutando del comienzo de los días de la semana de vinculación, el día del estudiante.

  1. En la universidad donde estudio se le conoce como semana de vinculación, se otorga de una semana a tres días, dependiendo la organización que tengamos, para realizar eventos.
    Es para festejar el día del estudiante. Se hacen eventos deportivos, competencias, kermeses, entre otras cosas.
  2. Estos arreglos, para quienes no son de México, son muy comunes aquí. En muchos lugares durante fiestas patronales o fiestas nacionales suelen adornar con cortinas de papel o nailon picados, se llaman picados, porque, literalmente van picados con tijeras, bueno, tienen agujeros. Muchas veces tienen los agujeros de tal manera que logra percibirse la forma de alguna persona, letras, etc.