No hay nada a mi alrededor. Es oscuro y frío. ¿Habré sufrido un paro cardíaco por el miedo que sentí? Ese sujeto nuevamente apareció frente a mí, solo con verlo mi cuerpo tiembla. No sé quién rayos es, pero de algo estoy seguro; él me conoce. Él sabe quién soy, pareciera que está cazándome. No me importa que me lastime, pero que no se le ocurra tocar a mis seres queridos.
Punto de Vista de Noel.
El monitor muestra cómo el ritmo de Eric está demasiado alterado, pero su presión arterial. Rodrigo está padeciendo una descompensación en su presión y ritmo cardíaco, todos muestran un actividad extrema.
En ese instante, las alarmas suenan y las estadísticas de Rodrigo comienzan a ponerse en rojo.
"¡Es algo grave!", exclamo, tomando mi intercomunicador y colocándolo en mi oído velozmente.
"¡Domínguez! ¡¿Qué mierda está pasando?!".
Con una respiración agitada, el oficial Domínguez logra responderme, "aseguramos a El Güero, nos embocaron, señor. Además, algo pasó que alteró demasiado a Eric, está desmayado. El capo conocido como Pata de Pez está muerto. No sabemos qué pasó, pero seguramente Eric sí".
"¿¡Qué rayos le pasa a Rodrigo?!", exclamo, golpeando el tablero.
"Señor, fue herido en la pierna y ha perdido mucha sangre, pero Eric parece que extrajo la bala, aún así Rodrigo está mal, solicito evacuación de inmediato y un sanador", responde el oficial Domínguez.
"¡Por supuesto!", respondo, enviando la alerta al sanador más cercano.
Qué mierda pasó… ¿Eric se desmayó? Sabía que algo podía salir mal… pero no esperaba que fuera así. Maldita sea, debimos enviar a los mutantes de élite.
El coronel me mira con seriedad y sin inmutación alguna, "¿Estás molesto?".
"¡Claro que lo estoy!", exclamo, arrojando el intercomunicador al suelo.
"Mis niños no deben sufrir esto, son humanos con superpoderes, sí. Pero eso no los hace inmunes al miedo o inmortales, son solo adolescentes. ¿No hay forma de parar las misiones por ahora? Si mis muchachos no mueren por un enfrentamiento armado con el crimen organizado seguramente morirán por la cacería de esos malditos o por los rebeldes".
"Yo tampoco estoy de acuerdo en usar a jóvenes, pero si el gobierno puede usar algo para su beneficio claro que lo hará" el coronel se levanta y camina hasta la máquina de café para tomar un vaso y beberlo lentamente.
"A nosotros solo nos queda rezar para que nuestros hombres regresen con bien. Somos los encargados de hacer el trabajo sucio del gobierno".
Suspiro y dejo caer mi cuerpo sobre mi asiento.
Mi sueño por cambiar este mundo cada vez está más lejos… más y más lejos… nos usan como simples armas… entiendo el odio de los rebeldes, pero no hay que llegar a los extremos…
¿Cuánto tiempo tendré que ver a mis chicos mancharse de sangre? ¿Cuánto tiempo más podrán soportar antes de romperse? ¿Resistirán incluso más que yo?
Mientras divago en mis pensamientos el tablero ilumina un indicador verde; alguien intenta comunicarse conmigo. Así, recojo rápidamente el intercomunicador y lo coloco nuevamente.
"¿Sí?".
"Señor, soy el piloto Alpha-142. Voy en camino al punto de extracción. Llevo a una sanadora, solo para confirmar las coordenadas", dice el piloto por medio de la radio.
En cuanto confirmo las coordenadas, el piloto se acerca hasta el punto de extracción. Puedo ver su ubicación en el mapa y tras unos minutos finalmente llega con los chicos.
"Aquí Domínguez, todo en orden, envíen a limpiar este desastre, la mayoría esta inconsciente, no quieren perderlos" el subteniente, con una voz serena me responde.
"Recibido, Domínguez. Cambio y fuera" el coronel responde y toma su teléfono haciendo una llamada, enviando al ejército y ambulancias a la zona.
Solo me queda esperar a que ellos lleguen aquí.
Punto de vista de Eric.
Progresivamente puedo percibir el sonido de una máquina de electrocardiogramas. También me siento un pequeño ardor en mi brazo, cerca del codo. Lentamente abro mis ojos y una gran iluminación me lastima los ojos. Lentamente coloco mi mano derecha sobre mi rostro y giro mi cuerpo hacia un costado para no recibir toda la luz.
"Eric, ya despertaste. Menos mal" una voz conocida me habla, sin embargo, estoy algo aturdido y no lo reconozco.
Alguien atenúa la intensidad de la luz y ahora ya puedo abrir mis ojos correctamente. Aunque todo está borroso, limpio mis ojos con mis manos y me doy cuenta de que me encuentro en la enfermería.
¿Qué fue lo que pasó? ¡Es verdad!
Mis ojos se abren por completo y miro hacia el frente con miedo. Con desesperación miro a todos lados y el director se acerca a mí rápidamente.
"¡¿Qué pasó?! ¡¿Dónde está ese sujeto?! ¡¿Rodrigo?! ¡Rodrigo!", exclamo mientras busco a mi amigo por todos lados y me levanto.
"¡Eric, calma! ¡Cálmate! ¡Relájate!" el director me toma de los hombros y me sacude unos momentos hasta lograrme espabilar.
Mi respiración está agitada y mi cabello enmarañado. Me doy cuenta de que solo llevo prendas clínicas y un par de electrodos en mis brazos, mi pecho y mi frente. ¿Qué fue lo que me pasó?
"¿Dónde está Rodrigo?", pregunto, con una voz temblorosa.
El director suspira y luego me brinda una sonrisa gentil.
"No te preocupes, él está bien. Aunque curaron su pierna, él perdió mucha sangre y fue sometido a un tratamiento de estabilización, pero ya fue dado de alta. Eso sí, necesita unas muletas para caminar, aunque su pierna fue sanada, él perdió parte de la sensibilidad de esta y debe acudir a terapia, pero estará bien", responde el director.
Siento como de mi pecho un gran peso sale expulsado y nuevamente me recuesto sobre mi camilla.
Rodrigo está bien… menos mal… qué bueno que todo está bien…
El director se sienta sobre mi camilla y en ese momento, Marco entra a la enfermería. Al verme despierto, él se me aproxima y coloca su mano en mi tobillo derecho.
"Qué bueno verte mejor, Eric", dice, sonriéndome como si hubiera estado preocupado por mí todo este tiempo.
"¿Qué fue lo que pasó?", pregunto con miedo.
"Eso mismo quisiéramos saber", me dice el director, con una mirada seria.
Mi mente trae a mí los recuerdos de aquella noche en el hospital. La forma en que ese grupo de sujetos extraños aparecieron a lado de mi cama, las palabras que dijeron hacen eco en mi mente.
"Ella no fue asesinada por los insurrectos".
"No estás enfermo".
"… este punto de la historia".
Y luego, el ver en persona como asesinan a una persona. Le arrancaron el corazón aún estando consciente. El miedo inunda mi cuerpo nuevamente, comienzo a temblar y en cuanto notan que otra vez estoy teniendo un ataque de pánico, Marco pone su mano en mi frente.
Poco a poco mi corazón se relaja y puedo dejar de tener miedo, mi cuerpo se tiende en la cama y miro hacia el vacío.
"¿Qué viste, Marco?", pregunta el director.
Marco mira al director aterrado y niega con la cabeza. Con una expresión congelada, el señor Noel me observa. Carraspeando y tragando saliva, él me mira algo nervioso.
Me he relajado mucho, aún recuerdo que aquella noche esa chica hizo lo mismo y luego Marco. Afortunadamente, con eso puedo pensar con claridad.
"Bueno… Noel, se trata del sujeto del expediente Z-000", responde Marco.
El director me mira con miedo y una gota de sudor se escurre por su frente. Aunque intenta ocultarlo, parece que no le cree a Marco. ¿Es que ellos ya saben sobre este sujeto? Tras cubrir su boca con su mano derecha, Noel suspira y suelta su rostro.
"¿Qué pasó, Eric?", pregunta.
Si ellos supieran lo que me dijeron en mi habitación… podrían intentar detenerlos. Pero… ¿y si eso también es parte de su plan?
Tomo un par de segundos para responder, pero finalmente respondo, "un sujeto de ropa negra… apareció de la nada. Yo tenía al narco frente a mí, lo tenía… y ese monstruo apareció y… y… ¡Lo atravesó en el pecho con su mano como si fuera… gelatina!".
El director aprieta sus puños y mira hacia el techo.
"Arrancó su corazón… y lo extrajo… él todavía seguía vivo, pero… ¿yo pude haberlo evitado? Sí…", digo, mientras mis lágrimas lentamente escurren por mis mejillas y mi voz se quiebra.
"Mi retroceso… lo olvidé… pude evitar que esto saliera mal… ¡Pude hacerlo! ¡PUDE HACERLO! ¡SOY UN MALDITO IMBÉCIL!", exclamo, llevando mis manos a mi rostro y llorando.
"Pude… pude haber evitado esto… mi mente me traicionó, pude evitar que Rodrigo fuera herido y que ese sujeto muriera… una simple chispa en mi mente y lo habría podido evitar".
"Eric, basta. No pasa nada, al final él era un criminal… y ese sujeto te aterró, por las circunstancias no pensaste correctamente, pero la misión fue un éxito", dice el director.
Marco nuevamente coloca su mano en mi frente y mis emociones se desvanecen.
"Marco… deja de hacerlo, vas a dejarlo como un zombi" el director le arroja una mirada molesta a Marco.
"¿Pude haber evitado que Rodrigo sufriera ese daño? También pude capturar a ese sujeto…", digo, con una voz pacífica.
"No, Eric. Era mejor que ese maldito muriera. Si él hubiera sido capturado, un par de meses después habría sido liberado. A veces es mejor acabar con la vida de un criminal… los derechos humanos no funcionan como deberían, el gobierno parece proteger a los malditos narcos… solo somos nosotros sobreviviendo en este mundo de porquería", responde el director, apretando sus dientes.
"¿Quién es ese monstruo… director? ¿Por qué hizo eso?", pregunto, mirándolo de manera expectante.
Marco suspira y el director me brinda un rostro entristecido.
"Nadie lo sabe… pero ese sujeto nos ha perseguido por mucho tiempo. Ha causado molestias en nuestras misiones… no sabemos de donde viene, no solo eso… parece tener secuaces. Esos sujetos acaban con muchos de nuestros mutantes, pensé que formaban parte de los rebeldes, pero no tenemos información confiable", responde.
"¿Por qué les arranca el corazón?", pregunto.
"No lo sabemos…".
"En realidad, mi teoría es que lo hace como forma de dar un mensaje, ¿qué es un humano sin su corazón?", interrumpe marco.
"Nada…".
Eso tiene sentido. Pero, esa forma de asesinar la recuerdo. La descripción gráfica entra en mi mente aquel día en el auto de mi padre. Este sujeto y sus hombres están detrás de esas muertes.
"Nosotros podemos rastrear toda la energía mutante del mundo. Pero ningún gobierno puede rastrearlos por completo. Es como si fueran velocistas, con electricidad y de repente desaparecen. No los podemos seguir, las lecturas nos llevan a puntos donde no tiene sentido que se termine", dice el director.
El futuro… ellos dijeron que vinieron a este punto de la historia… ¿Será real lo que pienso? ¿Debería decirles esto? ¡Carajo! ¡Esto es tan confuso! Esos sujetos no me hicieron daño alguno… pero por algún motivo creo que no quieren que nadie sepa que me contactaron… tengo esa sospecha, por el momento no haré nada, averiguaré más de esto en el futuro. Aunque Marco puede leer mi mente… ¿la estará leyendo en este momento? Supongo que no puedo saberlo.
El director se pone de pie y mira hacia la ventana.
"Eric… cometí un grave error al enviarlos allí. Te ruego que me disculpes, estoy dispuesto a evitarle las misiones a ti y a tus amigos de ahora en adelante", dice el director, con una voz llena de arrepentimiento.
"No se preocupe, director… solo quiero que me diga… ese sujeto no nos hará nada a mí y a mis amigos, ¿verdad?" mi voz se llena de miedo y duda.
El director pasa sus manos por su rostro y deja caer sus hombros, dándose la vuelta hacia mí.
"No lo sé… pero, si hubiera querido asesinarte ya lo habría hecho. Ese maldito mata a todos los que quiera en un simple parpadeo. Además, esta vez parece que iba solo… todo es extraño", dice el director.
Confundido, miro al director y me levanto de mi cama.
"¿Esos sujetos son realmente malos?", pregunto.
"No sabemos… hasta el momento es un criminal y lo hemos cazado. Asesina a muchos mutantes e incluso humanos ordinarios. Claro, de todas sus víctimas un 15% son criminales, los demás son seres inocentes", responde el director.
Eso solo me deja con dudas. ¿Ellos vienen del futuro? ¿Qué rayos hacen aquí? ¿Por qué matan a personas inocentes? Mientras más lo pienso, menos puedo responderme.
"Tú únicamente viste a uno de ellos… nadie vio a alguien más… pero cuando los militares llegaron no había nadie con vida" el director dice esto sobando su quijada lentamente.
Mis ojos se abren de par en par y doy un trago de mi saliva.
"¿A qué se refiere?", pregunto con tartamudeos incluso sin querer saber realmente la respuesta.
"Todos los criminales habían sido asesinados justo como el líder… sus corazones habían sido extraídos de sus pechos, cuando los evacuamos seguramente sus aliados llegaron…", responde.
Fue una masacre, me quedo completamente incrédulo, realmente ellos asesinaron a todos en el lugar. Siento como mi estómago comienza a revolverse, como si estuviera a punto de vomitar. Son unos monstruos.
El señor Noel camina hacia la puerta con sus hombros encogidos, mientras Marco lo observa con curiosidad.
"En fin… Eric, espero que estés bien. Marco te dará tu ropa para que puedas ir a tu dormitorio", dice el director.
Tras eso, el director sale de la enfermería, sin embargo, se detiene antes de cerrar la puerta y me mira, "Eric… cuídate mucho, de verdad hazlo. Protege todo lo que amas".
Finalmente, el director se marcha y me deja con un mal sabor de boca. Marco va por mi ropa y yo retiro los electrodos de mi cuerpo y el catéter de mi vena. Me quedo sentado en mi cama por unos momentos pensando en todo esto.
¿Cuál es su objetivo? ¿Qué buscan esos sujetos aquí? Y sobre todo… ¿qué fue lo que quiso decir el director con eso? Siento que algo todavía más grande se aproxima.
Estoy decidido a hallar la verdad por mí mismo, no me importa el costo que tome.
Marco regresa con mis ropas y mi teléfono, así, me visto, mientras tanto, él me espera sentado detrás de una cortina blanca.
"¿No hay algo más que quieras contarme, Eric?", pregunta Marco, con una voz dudosa de mi versión.
"Eh… no, no lo creo", digo.
"Estabas muerto de miedo, pero cuando leí tu mente realmente no pude obtener más información. Solo sé que estabas orinándote en tus pantalones, en sentido figurado", dice Marco entre risas.
Cierro mi abrigo y me levanto de mi cama, "sí… fue traumatizante para mí… no es correcto burlarse de los demás".
Me acerco a la puerta y la abro, para salir de allí y dirigirme a mi dormitorio a descansar. Son las seis de la tarde, según veo en mi teléfono pasaron menos de 24 horas desde la misión, estuve inconsciente un buen rato.
El cielo se pinta de tonos rosados con un cielo nublado. Puedo ver a muchos alumnos caminar en los pasillos. Parece que nadie se enteró de nada, es mejor así. El pánico entre todos no convendría.
Mientras camino rumbo a mi dormitorio pienso en esto, sé que tengo miedo aún, y solo de recordar todo realmente me lleno de escalofríos, pero debo soportarlos, debo avanzar y no rendirme. Estos sujetos son criminales o tal vez no, pero debo estar preparado para cualquier situación en el futuro. No quiero que me tomen por sorpresa.
No me importa quienes sean, si se atreven a lastimar a mis seres queridos… los haré trizas.
En ese mismo momento, en algún punto remoto del mundo. Encima de un rascacielos, un grupo de cuatro individuos observa el cielo y las nubes a sus alrededores.
"Estos paisajes son hermosos", dice la chica del grupo. Como todos, ella viste un abrigo negro y una máscara metálica, además usa un pantalón negro ajustado y botas militares. Sin embargo, de los bordes de su abrigo un mechón de cabello castaño se puede visualizar.
"Quisiera… quisiera retirarme esto un momento", dice la chica, colocando su mano que porta un guante de cuero, en su rostro.
El líder de todos la detiene y hace que baje su mano, "no debes. Si lo haces tu existencia en esta nueva línea estará en riesgo. Debemos asegurarnos de que este Eric sea el ideal… ya lo conseguimos al hablar con él en el hospital, está funcionando".
"Jefe…", dice la chica, aún sin poder comprender del todo lo que su líder quiere.
"No me importa cuanto tiempo nos lleve, yo estaré con usted, jefe", dice uno de los otros chicos que se encuentra sentado en el suelo. Este sujeto lleva un pantalón de mezclilla rasgado y botas tácticas. Su abrigo es negro y cubre todo su torso y brazos.
"Denos órdenes, lo seguiremos, señor. Lucharemos por el mundo con el que usted sueña en esas escasas noches donde puede dormir", dice el otro sujeto, recargado sobre una enorme antena de telefonía. Este sujeto lleva un pantalón negro por completo y botas tácticas.
En los visores de todos ellos se refleja el sol apareciendo por el horizonte, un paisaje que ninguno de ellos había visto hace muchos años.
"Nuestro objetivo seguirá siendo el mismo. Evitar que Eric sea manipulado y prepararlo… esta vez será ideal… sí, lo sé… esta es la definitiva" el líder mira como las personas parecen hormigas desde su punto de vista.
El líder, quien viste un abrigo negro con textura impermeable, una máscara metálica con un visor que ilumina de un solo lado. Un pantalón táctico y botas militares, camina hacia el borde del edificio y libera un gran suspiro.
Siempre se salen con la suya… pero esta vez será diferente… Eric quedó marcado y pronto vendrá a nosotros… eso lo sé… te conozco a la perfección, Eric Jaeger.