El aroma a diversos productos de limpieza abraza mi nariz, mi habitación brilla de lo limpia que está. Las encargadas de limpieza han hecho su trabajo mientras yo me encontraba fuera. Enciendo el aire climatizado y retiro mi abrigo para guardarlo dentro del closet.
Tomo mi teléfono y le escribo a Emily que he regresado, aunque espero su respuesta esta no llega. Recuerdo que Rodrigo está incapacitado por lo que le escribo de igual forma.
"Hola, viejo. ¿Cómo estás?" le escribo por mensaje.
Tras unos segundos, él finalmente responde. "Viejo, qué bueno que ya despertaste, nos tenías angustiados. Yo estoy bien, soy un maldito semental".
"Jajaja. Es bueno saberlo, pero ese día estabas abandonando la esperanza de vivir" le digo.
Él tarda unos momentos en responder, "Bueno, estaba desangrándome. Cuando la ayuda llegó yo ya estaba entrando en el túnel y siguiendo la luz. Pero todo salió bien".
"Qué bueno, estaba preocupado", respondo.
"¿Estás en tu dormitorio?", pregunta.
"Sí, recién llegué".
"Bueno, ya vamos", dice, abandonando la aplicación, dejándome ver un letrero de que estaba desconectado.
¿Vamos? Ah… debe estar con Eduardo o alguna de las chicas.
Me pongo una ropa más cómoda, me pongo un pants y mis sandalias. Entre mis prendas busco alguna playera fresca y ligera, sin embargo, en ese preciso momento alguien toca desesperadamente mi puerta.
"¡Ya voy!", exclamo.
Por favor, esperen. No voy a mostrarles mi cuerpo.
Tomo una playera roja y me la pongo, para luego correr a la puerta que está siendo golpeada con impaciencia. En cuanto abro un fuerte aroma a acondicionador de cabello femenino me impregna y una chica me abraza sin limitaciones. Su abrazo es fuerte, un agarre intenso como si no me quisiera soltar nunca.
¿Eh?
"¡Ugh! ¡Qué bueno que estás bien! ¡Estuve muy preocupada!" Emily exclama mientras me abraza como un oso perezoso y hunde su rostro en mi pecho.
En medio de un llanto incesante, Emily deja caer su cuerpo sobre mí, tomándome por sorpresa, su agarre es tan intenso que sus piernas flaquean y la sostengo con fuerza evitando que caiga.
"¡Emi!".
Velozmente la llevo conmigo a mi cama y nos sentamos en la orilla.
"¿Emi? ¿Amor?", digo, sorprendido por su actitud.
"Sentí que mi mundo… sentí que mi mundo se iba… pensé que habías muerto" ella responde entre sollozos mientras todo su cuerpo tiembla.
Entiendo… estaba asustada… me pregunto qué rayos pasó para que ella esté tan asustada.
Punto de Vista de Emily.
Las clases no son lo mismo sin Eric sentado a mi lado. Me es difícil concentrarme sabiendo que él está allí afuera, corriendo riesgo de morir. Solo de pensar que algo malo puede pasarle siento que me puedo desmayar. El almuerzo fue realmente aburrido sin ellos dos. Rodrigo con sus temas de conversación tan aleatorios y socialmente repugnantes, mientras que Eric siendo el balance del grupo, con su personalidad tan amistosa.
Sus ojos son tan hermosos… cuando me mira puedo ver el cosmos en ellos… él es… perfecto. Su voz me relaja, me da paz… Sus manos grandes, suaves y rasposas a la vez me muestran su masculinidad… pasar tiempo sin él me deja en un estado que no puedo comprender… ¿Es solo porque no está conmigo? O es en realidad mi miedo…
Mi apetito es nulo. No puedo comer un solo bocado, es una pena, no me gusta desperdiciar nada de la comida, pero mis nervios son superiores a mi hambre, un vacío enorme rodea mi estómago y mi corazón late lentamente, pero con tanta fuerza que parece que va a explotar. Necesito a Eric conmigo, necesito saber que está bien.
Mientras almorzamos puedo ver cómo Diana y Sandra están demasiado calladas, ninguna de las dos dice nada. Sandra apenas y da unos bocados a su carne, pero Diana realmente está afectada. Ni siquiera ha tomado de su bebida. El espacio que Rodrigo suele tomar al lado de ella frente a Eric está vacío y Diana lo mira con tristeza.
Veo que no solo yo estoy realmente asustada por ellos… todos lo están.
Sé que solo es una misión, pero ¿por qué tenemos tanto miedo?
Por la tarde regreso a mi dormitorio y no puedo sentirme en paz. Mis piernas se mueven involuntariamente, mi respiración se muestra acelerada. ¿Es mi imaginación o tengo comezón en todo el cuerpo? Siento miles de insectos caminando en mí.
¡Ya basta!
Me levanto de mi cama y salgo de mi dormitorio a gran velocidad. Necesito correr, necesito sacar lo que siento. Sin fijarme en nada llego hasta la pista de atletismo. Creo que lo mejor es correr un rato. Comienzo caminando en la pista y poco a poco acelero hasta trotar e incluso llego a correr manteniendo el ritmo constante.
El cielo se nubla y algunas gotas caen desde allá. El sonido de la lluvia acercándose desde la lejanía llega a mis oídos, sin embargo, aún no tengo suficiente, necesito correr más. Necesito ejercitarme más. Necesito sacar este estrés.
Cada paso que doy es… es una oración más a Dios, al universo… una súplica más para que vuelvas, Eric. Por favor, regresa pronto… El dijo que estaría bien y volvería… pero ¿y si no vuelve?
La lluvia azota mi cuerpo con fuerza y los rayos caen en el horizonte, en aquellos puntos donde los árboles enormes del instituto me impiden observar. Los rayos son blancos y azules, y en momentos extraños se tornan púrpura. Al ver esto me detengo por unos instantes, ese tono morado realmente me recuerda tanto a Eric.
"…"
Sosteniendo mi respiración y recuperando el aliento, percibo que el dolor en mis piernas se intensifica. He estado corriendo por más de una hora, es normal que esté tan adolorida, no lo noté, pero mi corazón parece que va a detenerse y mi visión se torna borrosa.
Creo que es buen momento para regresar adentro. Antes de entrar al edificio escurro mi cabello, mi playera y mi short. Retiro mis tenis y entro descalza al edificio caminando sobre la alfombra. En cuanto llego a mi dormitorio me quito toda la ropa incluyendo la ropa interior y entro a la ducha. Aquí permanezco un rato mientras la regadera me empapa.
"Todo estará bien… creo que estoy exagerando…".
"Eric es ágil, poderoso, estoy segura de que todo saldrá bien".
Trato de convencerme a mí misma de que nada pasará, y que ambos regresarán en una pieza. Termino de ducharme y me pongo un pants, un abrigo azul y mis pantuflas. Veo que el cielo se ha oscurecido por completo, la lluvia ha parado y ahora solo hay una llovizna tan ligera que parece nieve.
No… no saldré, me quedaré acostada un rato.
Doy un salto a mi cama y miro al techo por unos momentos. Aunque la lluvia parece haber cesado, los relámpagos siguen iluminando el cielo nocturno, los estruendos resuenan por doquier incluso aunque tengo la ventana cerrada.
Mis nervios regresan nuevamente a mí, no he sabido nada de Eric, ya son las nueve de la noche. Esto realmente me genera preocupación, no puedo eliminar de mi mente a Eric. Mi corazón no deja de latir con bestialidad. Tal vez tomar algo de aire fresco me ayude.
Tomo mis tenis y salgo a caminar por la escuela. La noche está fresca, puedo escuchar a las ranas cantar al fondo del instituto y unas pequeñas gotas de agua caen sobre mi cuerpo. Camino sin rumbo mientras tomo grandes bocanadas de aire y sin darme cuenta llego al campo de fútbol que se encuentra muy iluminado por los reflectores, donde puedo ver a un par de militares con banderines brillantes.
"¿Eh? ¿Qué es eso?".
Mientras observo a los militares el sonido de un helicóptero se hace presente de forma progresiva. Miro al cielo y no veo nada más que un cielo nublado. Los militares entonces levantan esos banderines y comienzan a hacer señas con ellos. El ruido del helicóptero se hace intenso y puedo ver como este pasa por encima de mí a muy pocos pies de altura. El viento incluso mueve las ramas de los árboles con fuerza y mi cabello.
Con cautela, el helicóptero aterriza en el área indicada por los dos soldados y cuando están en tierra firme y estable se abre una puerta de donde bajan algunos soldados más. Mi mirada se mueve de un lado a otro, y finalmente veo que David baja del helicóptero.
"¡Ya! ¡Ya llegaron!", exclamo con tanta alegría que algunas cuántas lágrimas ruedan por mis mejillas.
Sin pensarlo corro hacia ellos, por fin ha terminado mi angustia, sin embargo, veo como una mujer baja de allí mientras los militares le ayudan a sostener una camilla.
"¿Eh?" me quedo perpleja mi sonrisa desaparece.
Rodrigo es transportado en una camilla y parece llevar su pantalón roto de una pierna. Mientras veo como Rodrigo es transportado así, mi corazón comienza a latir rápidamente y mi respiración se agita. Mi cuerpo comienza a temblar y es como si el tiempo fluyera muy lento.
Eric. Eric. ERIC. ¡ERIC!
En cuanto todos bajan, colocan otra camilla y en esta acuestan a Eric. Él está completamente inconsciente, conforme lo colocan allí y lo sujetan con los cinturones puedo sentir como mi corazón se detiene.
Mis ojos se abren de par en par y me quedo inmóvil. Quiero correr a verlo, pero realmente no puedo, no puedo moverme. Estoy congelada. Él ha vuelto conmigo y yo estoy congelada por mi miedo que no puedo ir con él.
¡Muévete, Emily! ¡Muévete! ¡Tienes que hacerlo! ¡MUÉVETE, MALDITA SEA!
Las lágrimas corren por mi rostro en grandes cantidades y poco a poco puedo moverme de nuevo. Mis piernas reaccionan gradualmente y un paso tras otro me acerco a ellos.
"Eric… Eric... No…" mi voz enmudecida sale, pero no puedo caminar como quiero.
"Eric... ¡ERIC!" logro gritar con todas mis fuerzas hasta que todos voltean a verme.
Por fin me puedo mover. Sin pensarlo corro hacia ellos, tropezando en el camino, no me importa caer, solo quiero verlo, saber que está bien. Jadeando y llorando logro aproximarme a él y lo abrazo con fuerza.
"¡No! ¡¿Qué fue lo que pasó?!", exclamo con desesperación mientras mi cuerpo tiembla y mi llanto incesante brota.
¡ERIC! ¡MUÉVETE! ¡POR FAVOR! ¡ESTOY AQUÍ!
Muevo un poco el cuerpo de Eric, pero él simplemente no reacciona. Esto me llena de desesperación y llevo mis manos a mi cabeza enredando mis dedos entre mis cabellos y muevo mi cabeza de un lado a otro sin poder aceptar lo que veo.
"¡NO! ¡Me niego a esto! ¡Alguien dígame si está bien!", exclamo.
"Él solo está inconsciente, no le pasó nada, no te preocupes", responde un soldado, alto, el único con un rifle de asalto en sus manos.
"¿Está seguro?", pregunto, con un tono exaltado pero lleno de esperanza.
"Sí, así es. Ahora, permítenos, llevaremos a estos dos a enfermería", responde el oficial.
Todos se marchan y la mujer se queda conmigo, colocando una mano sobre mi hombro derecho.
"¿Él es tu novio?", pregunta ella.
La miro con detalle y veo que es un poco más alta que yo, de un cuerpo bien desarrollado, un aroma a perfume de mujer madura. Piel morena, cabello blanco y un rostro delgado.
"Sí… es mi novio", respondo.
"Descuida, todo está bien. Solo sufrió un desmayo, nadie sabe qué rayos pasó, pero debe haberse exaltado demasiado. Lo único que sé es que fue un héroe, salvó a su amigo de morir desangrado y fue quien más agilizó la misión" la mujer me sonríe y camina para alcanzar a los demás.
Entonces él está bien… menos mal… sentí que mi mundo se iba… sentí que te perdía… Eric…
Sabiendo que todo está bien, mis piernas tiemblan y caigo de rodillas en el pasto empapado. Mis lágrimas siguen brotando, pero esta vez no es de tristeza, sino de alegría. Él ha vuelto y eso me da tanta paz nuevamente.
Punto de Vista de Eric.
Emily sufrió mucho por mi misión. Ahora que estoy con ella y la tengo frente a mí puedo abrazarla. Mis manos se deslizan por sus brazos y la envuelvo con mi calidez, ella corresponde y hunden nuevamente su rostro en mi pecho. Permanecemos así un momento hasta que decido levantar suavemente su rostro. Sus lágrimas escurren por sus mejillas y su rostro luce más hermoso de lo habitual.
Te amo tanto.
Como un suave roce, nuestros labios se tocan mientras ambos cerramos los ojos. Sus dulces y delicados labios tocan los míos con tanta ternura, que me es imposible no besarla nuevamente. Un beso de nuestra unión, que marca lo duro que es nuestro enlace.
Este beso… me hace darme cuenta de lo mucho que nos amamos, somos inseparables… no quiero perderla… quiero estar con ella por siempre, haré lo que sea para protegerla.
Mientras ella y yo seguimos besándonos, puedo escuchar los pasos de personas caminando a través del pasillo. Ignoro por completo el hecho de que he dejado la puerta abierta y cualquier persona puede vernos.
"Diablos, si así nos van a recibir entonces que me manden a más misiones a menudo", dice Rodrigo con un tono sarcástico y un rostro alegre.
Emily me suelta velozmente y su rostro se enrojece, lo cual me hace reír. Asimismo, me pongo de pie y me acerco a Rodrigo con dos muletas bajo sus brazos que lo ayudan a mantenerse de pie, quien trae detrás a Sandra, Diana, Karla y Eduardo.
"Me da gusta verte en una pieza", dice él.
"Me gustaría decirte lo mismo, pero parece que no puedes resistir una simple bala" llevo mi mano a mi mandíbula y me burlo de él.
Sandra y Diana caminan lentamente hacia mí con sus rostros agachados y me abrazan. Sin embargo, Sandra es quien rompe en llanto y me aprieta tan fuerte que logra lastimar mis costillas.
"¡Sandy! ¡Espera!", exclamo mientras soy asfixiado lentamente.
"No nos vuelvas a asustar así… por favor", dice, mientras su voz se quiebra y siento como mi playera se humedece.
"Está bien, no te preocupes… ¡Pero suéltame que me estás asfixiando!", exclamo.
Con eso, Sandra por fin me suelta y caigo al suelo tomando una gran bocanada de aire.
"Estábamos preocupados. Cuando nos dijeron que solo estabas desmayado nos sentimos un poco mejor…" Eduardo se acerca a saludarme mientras me deja ver un rostro ligeramente ojeroso, no cabe duda, él también sufrió por nosotros.
Karla se acerca de igual forma y aunque parece tranquila, puedo ver un rostro algo tenso en ella.
"¿Qué fue lo que pasó, Eric?" me pregunta Karla.
Mi mente trae a mí los recuerdos de la noche anterior. Me acerco a la puerta y la cierro con seguro, luego regreso a mi cama, mientras mantengo un rostro serio y perplejo. Todos se sientan en el suelo mientras que Rodrigo en la silla de mi escritorio.
"¿Han escuchado algo… del asesino de un ojo?", pregunto.
"¿Asesino de un ojo?", dicen todos, mirándose unos a los otros con una expresión de confusión.
"Veo que no…" digo, con una sonrisa nerviosa.
Diana me mira fijamente y aprieta sus puños mientras se atemoriza; su cuerpo entero tiembla y sus ojos se abren de par en par.
"¿Diana?", digo al verla. Ella no suele verse a sí, simplemente me está asustando.
"Lo he visto… he visto todo… absolutamente… ese sujeto… tu conversación con el director y el doctor Marco… ahora entiendo por qué te desmayaste", dice, mientras su voz parece romperse, llevando sus manos a las sienes.
Siempre olvido que puede leer la mente…
"¿De qué está hablando, Eric?" Emily me mira con un rostro preocupado.
"Primero déjenme decirles todo…", digo.
Tras una gran bocanada de aire cierro mis ojos.
"El día en que desperté de mi coma, por la noche fui visitado por un grupo de personas… no sé como entraron ni qué querían, pero dijeron cosas como que no confiara en mis ídolos, o que los insurrectos no asesinaron a alguien, pero no entendí nada. Pasé un par de días asustado por ello, pero luego lo olvidé".
"Sus palabras… nos veremos pronto… siguen haciendo eco en mi mente, y sigo esperando el momento en el que vuelva a aparecerse nuevamente frente a mí" digo esto mientras aprieto mis puños y presiono mis dientes con fuerza hasta que parecen crujir.
Conforme cuento lo que ha pasado, todos me miran con miedo y prestan total atención.
"Nunca supe qué querían… pero ahora que ocurrió la misión el líder de ellos apareció nuevamente… le dicen el asesino de un ojo porque usa una máscara de metal y tiene dos visores que parecen ser sus ojos, pero uno no enciende… Ese sujeto apareció y asesinó al líder de los narcos con un simple golpe. Su puño comenzó a liberar una gran cantidad de rayos y atravesó su pecho, arrancando su corazón mientras él aún seguía con vida".
"Y luego, me miró fijamente por unos segundos para finalmente desaparecer con un rayo de por medio… cuando él apareció e hizo eso, mis miedos revivieron, y no solo eso, sino que, se incrementaron de forma exponencial… perdí el control y me desmayé".
"Nunca me dieron buena espina… y ahora que he confirmado con Noel y Marco que son asesinos a sangre fría… les tengo miedo y… y odio" aprieto mis puños con todas mis fuerzas.
"He pensado mucho en esto… si quisieran matarme lo habrían hecho ya desde hace tiempo, en aquella noche, pero nunca lo hicieron… además parece que me conocen muy bien… uno de ellos dijo que no habían venido a este punto de la historia solo para… cortejarme".
Todos me miran con rareza en cuanto menciono lo último.
"Es que, con ellos hay una chica la cual no dejaba de coquetearme… y uno de ellos le dijo eso".
Los chicos intentan procesar la información, pero por más que lo intentan no hallan nada.
"Por lo que vi en tu mente, Noel dijo que no dejan rastro de sus poderes, cosa que en realidad es imposible, así que según mi teoría con base a lo que he aprendido de los mutantes… ese poder aún no está registrado", dice Diana, luego de carraspear un poco.
La miro con un rostro desconcertado, "¿Eh?".
"Sí, todos los poderes se registran en cuanto son descubiertos por el instituto, en cualquier parte del mundo. ¿Qué significa? Hay dos posibilidades, esos sujetos desarrollaron sus habilidades en secreto y no en un instituto… o la otra. Que como dijeron ellos… vienen del futuro" Diana dice esto para luego ponerse de pie.
"Eso mismo pensé… que realmente venían del futuro", digo.
"No es tan loco, piénsenlo. Eric puede retroceder el tiempo, ¿no creen que haya alguien capaz de viajar en el tiempo?", pregunta Diana.
Rodrigo levanta la mano y todos lo miramos de forma expectante.
"¿Pero no es lo mismo?", pregunta.
"Par nada, cuando Eric retrocede el tiempo es como si tomaras un disco de una mezcladora de audio y lo giraras en reversa. Volverá a girar hacia adelante pero es como si lo hicieras empezar de nuevo", responde Diana.
"Y una viaje en el tiempo es… partir de un punto del tiempo y llegar a otro… pero cuando lo hagas, en este punto al que llegues habrá dos versiones tuyas… mientras que de donde partiste, tú no estarás", digo golpeando mi mano izquierda con mi puño derecho.
"En pocas palabras… puede que sean una nueva mutación de Timekeepers", dice Emily.
"Sí, muy seguramente, pero ¿qué buscan? ¿Qué planean con Eric? ¿Por qué no te mataron? ¿Vienen del futuro o del pasado?" Diana comienza a cuestionarse mientras da vueltas por la habitación.
"¿Y si algo pasó en el futuro y regresaron a evitarlo realmente? ¿Quién murió…? ¿Qué es lo que pasó como para tener que viajar en el tiempo?" pregunto, mientras miro completamente perdido en el vacío.
Sandra rasca su cabeza y nos mira completamente confundida.
"No entendí nada, pero ¿podría decirse que quieren algo con Eric?" Sandra lleva su dedo índice hasta su mejilla mientras nos pregunta.
"Sí, eso es obvio", dice Eduardo.
"Bueno, pues entonces, todos debemos proteger a Eric de ahora en adelante", dice Sandra con un rostro brillando determinación.
"No, a ver. No necesito que me protejan, este es asunto mío, pero si ellos se atreven a lastimar a uno de ustedes juro que los haré sufrir" sin darme cuenta mi rostro se muestra realmente molesto.
"De ahora en adelante… voy a entrenar con mucha más fuerza e intensidad. No sé que nos depare el futuro, pero haré lo que sea para evitar que sean lastimados, esos sujetos no me tomarán por sorpresa".
Rodrigo truena su boca y cruza sus brazos, su rostro molesto y su boca arrugada como si fuera un señor cascarrabias, "no te preocupes, yo me haré cargo de ellos. Dices que desaparecen de la nada ante tus ojos, seguramente solo son velocistas, ¿puedes decirme qué tan rápidos son?".
"Rodri… ellos desaparecen en un simple destello, no son como tú, seguramente han entrenado mucho sus poderes y se han de mover el triple de rápido que tú", digo, derribando la nube en la que Rodrigo se veía.
Él encoje sus brazos y libera un suspiro.
"Y yo que creí que era veloz… me has lastimado, Eric. Me heriste muy feo" él dice esto con un tono llorón.
"Ya, no es para tanto. En fin, eso es lo que pasó, ¿y tú, Rodrigo? ¿Les dijiste todo lo que pasó en la misión?", pregunto con intenciones de hacerlo enfurecer.
Él se ahoga con su propia saliva y empieza a toser. Sandra lo golpea fuertemente en la espalda hasta que abre sus ojos como dos enormes platos y luego da una bocanada de aire.
"¡Gracias! Ahora… sí, ya les conté todo", responde.
"¿Estás seguro? Yo tengo información que sería apropiada para ellas", digo entre risas.
Rodrigo sabe a la perfección que lo voy a molestar por siempre con sus palabras de despedida cuando pensó que iba a morir.
"No hace falta", dice, cruzando sus brazos y cerrando sus ojos de forma modesta.
"Bueno, si no quieres, que así sea" le responde entre risas.
Luego de eso continuamos platicando por unos momentos más. Los chicos se retiraron uno por uno y acordamos reunirnos a cenar juntos. Sin embargo, Emily se ha quedado conmigo unos instantes más.
"Fue bueno verlos nuevamente. Juro que se sintió como si hubieran pasado años con esa misión", digo, dándole una sonrisa cálida a Emily.
Ella me devuelve una sonrisa fingida, es obvio que algo anda mal.
"¿Qué pasa?", pregunto.
"Nada… es solo que, ¿no se está poniendo todo tan complicado? Se supone que tendríamos una vida tranquila al egresar… pero con esto… con esto se ve algo difícil", responde.
"Sí, lo sé. Pero no pasa nada. Por eso voy a entrenar, voy a volverme tan bueno como ellos, y si algo malo pasa juro que los detendré. Ni tú, ni mi familia, ni tu familia o los chicos saldrán lastimados. Eso me lo juro a mí mismo y a ti en este momento. Voy a protegerlos a todos", digo.
Emily se pone de pie y toma mis mejillas con ambas manos, me mira con un rostro afectuoso y sonríe angelicalmente, "no prometas cosas que no puedes cumplir… no solo se trata de ti, Eric. Todos nos volveremos muy fuertes".
Ella abraza mi cabeza y coloco mi rostro sobre su abdomen mientras huelo su perfume. Puede que ella tenga razón, pero no pienso dejarles un trabajo tan difícil. Yo los protegeré a como dé lugar. Voy a volverme más fuerte, más ágil, más poderoso y evitaré que gente inocente salga lastimada, y, además, voy a buscar la verdad de todo.
No me importa si derramo sangre en el proceso, pero ya fue suficiente compasión, voy a detener a cualquiera que busque hacerles daño a mis seres queridos.