Siempre, la parte más difícil de cualquier cosa es empezar.
Da igual cuanto quiera esforzarme después de empezar, ya que nunca voy a empezar en primer lugar.
No procrastino, directamente no lo hago. Siempre lo evito. Y nunca pienso en hacerlo.
Y si por alguna razón intento empezar, dudo sobre si quiero o debería hacerlo. Es como disparar.
Es una acción la que detona todo el progreso, sea este bueno o malo. Pero siempre me fijo solo en lo segundo.
Todo lo que pueda ir mal, va a ir mal. Siempre que me sale bien, pienso que es suerte. Pero, cuando me sale mal, me culpo por haberlo hecho, diciendo que tenía razón desde el inicio.
¿Por eso es que tardé tanto en hacer amigos? Tuve que esperar a que se me acercaran. Nunca los busqué yo mismo. Simplemente tuve suerte.
No he sido yo el que se ha esforzado. Esperar es lo mismo que no hacer nada, por lo que acabas haciendo que aporta lo mismo que no hacer nada. Ni quitas, ni das.
“Así puedo evitar ir a peor, ¿no? Si no hay cambio, no hay mal que venga a por mí.” eso sería lo que diría si el tiempo no existiera.
Que tu pobre alma no sepa avanzar no significa que haya gente igual de desgraciada que tú. La gente progresa. Es lo normal.
¿Significa eso dejar atrás a tu yo anterior, y tus vivencias anteriores? Si.
Aprendes de lo que vives, y vives de lo que aprendes. Pero no vives con lo que has vivido. No puedes ser dos cosas al mismo tiempo, es imposible.
Quizá sea otra razón por la que nunca decidí actuar. Nunca aprendí a hacerlo, y nunca quise acercarme a nadie. Pensaba que solo con lo que tenía era suficiente.
Y, ahora que los tengo, me siento solo.
Nunca me he sentido tan cercano a ellos, pero tampoco he sido distante. He hablado con ellos, quedado con ellos, y aún así dudo si debería llamarles amigos.
¿Qué es un amigo, en primer lugar? ¿Alguien con quien te juntas solo para pasar el rato? ¿Alguien en quien puedes confiar? ¿Alguien que siempre te apoyará? ¿No es eso una idea demasiado perfecta?
Los amigos no suelen pasar de la primera pregunta. No confío en ellos lo suficiente como para enseñarles como soy de verdad. No son gente en la cual me apoyaría todo el rato.
Ya me han dejado de lado una vez. No todos, solo uno. Pero eso es suficiente.
No podía aguantar más. Me estaba estresando. Y él se fue antes de que todo eso empezara. No quería lidiar con ello.
Simplemente ha huido, se ha ido. Me ha dejado solo.
¿Acaso soy una carga? ¿Creías que podía resolverlo todo yo solo?
Aunque ambos seamos débiles, podríamos haberlo arreglado. Por lo menos tú entendías que estaba pasando.
Mi error fue intentar actuar por mi cuenta.
La tarea se me quedaba grande. Era mucho más de lo que podía soportar, por eso exploté. Estaba harto de escuchar ese tono de decepción y enfado de la gente.
Sabía que no era yo el que debía hacerlo, pero quise intentarlo. No quería sentirme inútil.
Por una vez en mi vida, no quería depender de alguien, mucho menos de él.
Todavía tengo esa imagen en mi cabeza. Siempre la veo, quiera o no.
Hace que recuerde lo que pasó el día antes.
Me dijo una tontería, un acto reflejo producto de su preocupación. Era algo puro. Podría haber preguntado después de quedar. Podría haber hablado, haber ayudado, pero decidí evitar hacerlo, y confié en que no era nada.
Lo taché como algo absurdo. ‘Todos tienen sus problemas, pero esas cosas tan drásticas solo pasa en las series’, pensé.
Sé que no estaba teniendo una buen mes. Se la veía preocupada, pero asumí que estaba bien.
Si es así, ¿no debería de acabar lo que he empezado?
Me paso el día huyendo de todo. No hago nada más que pedir, y luego no soy capaz de hacer nada. Solo voy a ser una carga para el resto.
Ellos deben de estar pasándolo mal, todo por una sola cosa.
Y yo soy el responsable de ello.
Debería de haberla invitado a venir. Lo necesitaba. Siempre ha dicho que quería ir, pero a su vez se rechazaba diciendo que solo molestaría.
Lo acepté. No intenté rebatirlo. No intenté convencerla de ninguna forma. Intenté respetar lo que era poco más que una opinión falsa y forzada.
Solo me centré en mi bienestar. Pensé que, como ella seguía viviendo así, se había acostumbrado, pero la estaba haciendo daño. Tanto cuando iba a verla para molestarla, o para desahogarme; tanto cuando iba con mis amigos, para que saliera, o para verla un poco.
Debería de haber sido ella la que tuviera amigos, no yo.
Yo podía estar perfectamente solo. Ella quería tener amigos, pero la vida no le daba nada. Y yo decidí aceptar el rol que no me correspondía.
No los necesito para nada. Son solo un capricho, un pasatiempo.
Me aprovecho de ellos de la misma forma en la que me aproveché de ella.
Actúo como una persona inocente, como una víctima, pero soy un puto monstruo desalmado. Soy un psicópata.
Pienso que soy el único desgraciado del mundo, cuando hay miles de personas que sufren más que yo.
Ni siquiera tengo derecho a quejarme.
Siempre quiero que todo se quede como está. No porque quiera que todos sigan igual de felices, tan solo quiero preservar mi propia felicidad.
Solo pienso en mi mismo. Nunca he sido empático, nunca me he puesto en el lugar del otro. Cuando pido disculpas, no lo hago porque realmente lo sienta, si no porque ‘es lo que hay que hacer’.
¿Cómo puede pensar la gente bien de mí? Si tan solo me conocieran de verdad, me entenderían perfectamente. Eso es imposible, ¿verdad?
Nadie puede saber quien eres realmente. Tú eres la única persona en la que puedes contar, y tú eres la única persona que te puede juzgar
¿Es por eso que me siento solo? ¿Es por eso que no paro de llorar cada vez que pienso en ello?
Si no van a saber quien soy, ¿para qué conocerles en primer lugar? Solo es otro capricho más, otro ocio más. Son de valor porque si los pierdo, me quedaré sin ese ocio. Son un material que piensa, un material que razona, un material con sentimientos.
Lo peor de todo es mantenerlos, satisfacerlos. Puede que a ti te sirvan, pero si no les sirves a ellos, te desecharán como un trapo sucio.
Con la más mínima riña puedes acabar con todo. Al final, es algo realmente frágil, sin valor alguno. Y aún así, duele perder una relación, por muy frágil que sea.
Por eso, prefiero perderlos antes de que pase algo más, antes de que les haga daño. Voy a dejarles en paz. No me necesitan. Yo tampoco los necesito para nada.
De todas formas, no hay manera de que pueda mirarles a la cara.
No debería de haber tenido amigos en primer lugar.