Dejen que los niños traten con niños

—¿Tienes un mapa de los bosques, por casualidad? —pregunté a Amarein al día siguiente cuando estábamos en la biblioteca.

—¿Un mapa? —ella alzó las cejas ligeramente, pausando en contemplación—. Inclinó la cabeza mientras sacaba unos cuantos libros infantiles, antes de asentir—. ¿Quieres ver el lugar donde fue concebida la Reina?

—Mm —admití tímido.

—Hmm... —ella tenía una pequeña sonrisa en sus labios mientras volvía a la mesa baja con una pila de libros infantiles en sus manos—. El mapa en sí no es un problema, pero no puedes atravesar los Grandes Bosques solo con un mapa.

—Cierto, la barrera de ilusión —apreté mi mano.

—Eso, y... —Amarein puso los libros en la mesa baja sobre la alfombra en medio de la biblioteca—. El tipo de lugar que estás buscando, Valen, no sería visible en el mapa.