Seducción

Ella caminó alrededor de él entonces y observó mientras él se percataba de su atuendo. Dejó caer al suelo el vestido que la cubría... y ahora estaba vestida solo con su lencero tipo muñeca. Vio oscurecerse sus ojos y luego su mano se movió...

—Él le sostuvo la cara entonces y ella se inclinó hacia su toque, su corazón saltando de triunfo. Sí. Estaba ganando —Aiden... ¿puedo... besarte?—. Pero el siguiente instante fue un borrón.

Su sonrisa se desvaneció mientras jadeaba, su espalda golpeándose contra el marco de la ventana detrás de ella. Antes de que pudiera procesar lo que estaba pasando, sus pies dejaron el suelo, y se encontró a medio salir de la ventana, el frío aire nocturno mordiendo la piel expuesta de sus hombros y brazos. Sus piernas se movían en el aire y su lencera hacía poco para protegerla de la embestida súbita. Intentó equilibrarse pero no tenía dónde agarrarse.