—Au, Ash, sé gentil —dijo Ava.
Ver videos para adultos con el hermano de Amy y algunos de sus amigos de entonces no ayudó en absoluto. Era como conducir en un videojuego y de repente hacerlo en la vida real, totalmente diferente, pensó.
Cuando Ash movió su mano un poco hacia atrás y procedió con apenas rozar la piel de Ava, ella se incorporó, usando sus codos para apoyar su cuerpo. Miró a Ash, que estaba lamiéndole el pecho.
—Oh… Dios mío… ¿¡Por qué no me di cuenta antes!? —exclamó Ava confundiendo a Ash.
—¿De qué estás hablando? —preguntó Ash desconcertado.
—Ash, dime la verdad. ¿Eres virgen? —Ava preguntó emocionada como si fuera una pregunta normal y cotidiana.
—¿Qué?! No, ¡no lo soy! —Ash replicó mientras se sentaba y miraba hacia otro lado.
—¡Sí lo eres! ¡Definitivamente lo eres! —Ava está tan convencida y sabe que él está mintiendo completamente.