Concede su deseo

Henry tuvo un día increíble durante la maratón de películas de la pareja, disfrutando de pura relajación, risas y excesos mientras permanecía en la cama. Fue una experiencia destacada para él, libre de las cargas del trabajo, obligaciones sociales y preocupaciones sobre la seguridad. Simplemente pudo saborear el momento presente y atesorar el recuerdo.

Cuando se despertó, vio a Amy sentada en el sofá totalmente absorta en su portátil, con una expresión muy seria.

—Buenos días, ¿puedo preguntar qué ha capturado tu atención para que dejes a tu solitario esposo en la cama? —preguntó Henry.

Amy rió y respondió:

—Buenos días a ti también, mi amor. De hecho, estoy estudiando. Estoy ansiosa por volver al sitio del pozo porque Theo no pudo terminar de enseñarme la última vez porque no me sentía bien... Quiero retomar donde lo dejamos. —Habló sin mirar a su esposo, absorta en la navegación de su portátil.