Capítulo 382: Coqueteando

Se sentía extraño pero también muy cálido y agradable.

Mientras Qin Feng la cargaba, Su Jiyai no pudo evitar apoyar su cabeza en él. Tal vez ser pequeña no era tan malo después de todo.

—Está bien... quizás ser diminuta tiene sus ventajas —admitió, su voz apenas un susurro.

Qin Feng sonrió y la miró hacia abajo. —Creo que eres perfecta, sin importar el tamaño que tengas.

El corazón de Su Jiyai saltó de nuevo, y esta vez no intentó ocultar lo desconcertada que estaba.

En lugar de eso, simplemente se dejó relajar en sus brazos, sintiéndose segura y feliz.

Pronto llegaron a su habitación.

Qin Feng llevó a Su Jiyai a la cocina, todavía sosteniendo su forma de lobezno diminuto suavemente en sus brazos.

La puso en la encimera, y ella se tambaleó un poco, intentando equilibrarse en sus patas cortas.

—Bien, lobezno diminuto, ¿qué tal si preparo algo de comida? —preguntó Qin Feng con una sonrisa juguetona.

Su Jiyai, todavía un poco aturdida, asintió con entusiasmo.