—¡T-Tú! —exclamó Islinda, sorprendida, con los ojos abiertos de par en par. Su boca colgaba abierta mientras miraba al mestizo que le había robado el día anterior. Cuando Valerie mencionó que quería que conociera a alguien, ni siquiera se le pasó por la cabeza el chico. ¿De dónde había salido?
Pero eso no era todo. Al lado del chico estaba Gabi, la amiga humana que había hecho apenas el día anterior. Mientras Islinda contemplaba la escena ante ella, una mezcla de confusión e incredulidad la invadió. Había despertado esa mañana imaginando que Gabi estaría preocupada por ella, considerando los eventos de ayer. Incluso había estado contemplando visitarla más tarde en el día. Sin embargo, aquí estaba Gabi, de pie junto al mestizo en el lugar de Valerie, la escena la dejó atónita.