Ocultando su corazón de Aldric

—A pesar de lo tentadora que era la oferta —comenzó Islinda—, sus pensamientos giraban en torno a las condiciones de vida de Gabi—. No puedo pedirle a Gabi que sacrifique su vida y futuro por mí.

A diferencia de mí, que no tengo a nadie que me extrañe, Gabi tiene una familia que la lloraría si algo le sucediera, y no querría eso en mi conciencia —hizo una pausa, el peso de sus palabras colgaba en el aire—. Sin mencionar que su familia depende de ella para sobrevivir, y nunca podría pagarle por sus servicios.

—Soy yo quien paga por su servicio.

—¿Qué?

—Nunca esperé que la pagaras en primer lugar —las palabras de Valerie eran firmes y, al mismo tiempo, empáticas—. ¿Con qué dinero? ¿Uno robado de Aldric? No te haría correr un riesgo tal —señaló, su tono teñido de preocupación—. Además, Gabi no habría aceptado esto si no conociera el peligro involucrado. Su familia la dejó. Deja que la gente tome sus propias decisiones. No todo es una responsabilidad que debas asumir, Islinda.