Reunión Familiar

La voz del Fae alto resonaba por la plaza del pueblo, sus palabras impregnadas de amenaza y autoridad. Mientras su caballo avanzaba amenazante, los hadas de invierno cercanos se replegaban por el miedo, sus rostros marcados por el terror ante las consecuencias inminentes.

—Vuelvo a preguntar, ¿quién se atreve a alimentaros, campesinos, sin informarme a mí, el Alto Señor de la corte de Invierno! —tronó, su voz llevando un matiz escalofriante que enviaba escalofríos por la espina dorsal de los presentes.