Estaba claro que Aldric mantenía una comunicación efectiva con Karle. En una palabra, su tío no podría correr la boca con nadie, aunque quisiera, ya que estaba atado por un juramento a Aldric, con la muerte como consecuencia por romperlo. Afortunadamente para Aldric, su tío valoraba su vida y sabía mejor que estar de chismoso.
Lamentablemente para Aldric, el desorden de la Corte Invernal le obligó a perderse la cena. En cambio, estaba ocupado compilando una lista de altos fae destinados a encontrar su fin por su mano, al mismo tiempo que discernía cuáles le serían valiosos a largo plazo.