Decir que Constanza estaba impactada sería quedarse corto. Ella conocía a Ava y Ryder, ellos eran la familia de Lily. Técnicamente, eran sus suegros.
—Entonces, ¿Ava no sabe que existes? —preguntó.
—No, y no quiero que lo sepa, ha pasado por mucho. No quiero añadirle más problemas —respondió Killian.
—Bueno, no tiene por qué saber sobre ti. No creo que la seguridad de la manada sea fuerte cuando las brujas están cerca, así que podemos entrar a escondidas.
—¿Así que vamos allá, pedimos ayuda al vendedor y nos vamos inmediatamente? —preguntó Killian.
—Exactamente eso, no molestaremos a Ava ni siquiera hablaremos con ella.
—¿Y si esto sale mal? —preguntó él.
—Killian, ¿quieres vivir el resto de tu vida temiendo cuándo esto tomará el control total de ti?
—No.
—Entonces está decidido, iremos a la manada Fireblood mañana —le dijo ella.
—Está bien, estoy de acuerdo.
—¿Estás enojado conmigo? Pareces tenso —le preguntó ella.