Rain había vuelto al trabajo y esta vez se sentía verdaderamente energizada. La presencia de Megan le aportaba una sensación de normalidad y apoyo que no se había dado cuenta de cuánto había extrañado. Le recordaba los buenos tiempos en el Bufete de Abogados Smith.
—Fiscal Lancaster, este informe... hay algo que parece incorrecto —comentó Megan, señalando un detalle específico en los documentos que estaba revisando.
Rain sonrió cálidamente. —Ah, de verdad que te he extrañado, Megan, y tu aguda vista. Estoy tan contenta de que estés aquí, trabajando cerca de mí de nuevo.
Megan soltó una risita suave. —¡También es un honor para mí estar aquí!
Su conversación fue interrumpida por un golpe en la puerta. Marlon entró, cargando una bolsa de papel, pero tan pronto como Rain percibió el aroma de su colonia, su estómago se revolvió. Corrió al baño y comenzó a vomitar.