409. Me gustas

Mauve parpadeó al mirarlo con incredulidad. Esto era lo más inesperado de todos los tiempos. ¿Cómo pedirle que se fuera significaba que quería que se quedara?

—Veamos si entendí bien, ¿querías que me quedara por eso me dijiste que si me iba no debería regresar? —preguntó, mirándolo fijamente.

Jael apartó la mirada de ella, mirando por la ventana una vez más. —Eso lo explica.

—No, no lo hace. Sonaba más como si necesitaras una razón para que me fuera y esa era la solución perfecta.

—No, pensé que si escuchabas eso, no querrías dejarme —respondió, mirándola brevemente antes de apartar la vista de nuevo.

—¿Por qué no querías que me fuera? No puedo entender por qué eso era un problema. Yo solo quería ir a casa como me lo había pedido el Rey. Iba a regresar, no tenía sentido para mí por qué no querías eso.

—¿Por qué querías regresar? No tenías que hacerlo. No era como si hubiera algo allí para ti y aunque estaba totalmente en contra, no lo dejabas.