542. Vino Fermentado

—Entonces, ¿por qué estás aquí? Si estás tan segura, ¿por qué te acercaste a mí? ¿No fuiste tú la que dijo que no hay que preocuparse por las cosas necesarias?

—Asociarte con el humano no aumentará tu mínima oportunidad —respondió Jevera, sin reconocer las preguntas de Sabrina.

—Te escuché la primera vez —respondió Sabrina, mirando fijamente a Jevera—. ¿Hay algo más que quisieras añadir? —preguntó Sabrina.

—No —respondió Jevera, mirándola de arriba abajo.

—Entonces me gustaría que me dejaras sola. Estás arruinando mi ánimo de fiesta.

—Ja, ambas sabemos quién está arruinando el ambiente aquí —respondió ella.

Sabrina sintió algo romperse dentro de ella, iba a ser indulgente con Jevera. Ya era una alegría ver a Jevera tan estresada.

Simplemente iba a dejar a Jevera adivinando cuáles eran realmente sus planes, pero la actitud superior que mostró Jevera, desgastó la paciencia de Sabrina.