546. Efecto Mauve

—Sabrina se movía con fluidez mientras bailaban juntos —Jael no pudo evitar admitir que era una buena bailarina.

—¿Mis padres te han incitado a esto? —preguntó ella.

—Perspicaz, ¿verdad?

—Ja, me gustaría. Sería estúpido de mi parte pensar que simplemente te acercaste a mí. Además, te vi hablando con ellos justo antes de aparecer frente a mí.

—Veo, pero esto podría haber sido idea mía. Hablar con tus padres de antemano podría haber sido solo una coincidencia.

—No fue una coincidencia —rió Sabrina.

—Suena tan segura —dijo Jael frunciendo el ceño. No estaba molesto, más bien intrigado.

—Por supuesto —ella dejó de hablar mientras hacía una pequeña vuelta lejos de él antes de volver a sus brazos—. Nunca has hablado conmigo a menos que sea absolutamente inevitable. La mayor atención que me has dado es después de que me acerqué a Mauve.

—¿Es por eso que lo hiciste? —preguntó Jael frunciendo el ceño, preguntándose a dónde quería llegar con esto.