—Su fiebre ha desaparecido completamente —dijo Jean asombrado—. No puedo creerlo. Es increíble.
—No diría eso —dijo Mauve—. Tus hierbas han sido muy útiles.
Jean parecía querer decir algo, pero se lo guardó para sí. —Solo mantendremos vigilancia y veremos qué sucede en los próximos días. Avíseme si siente algo extraño y por favor, permanezca en la cama por ahora.
—Por supuesto, sé que no debo exagerar. Definitivamente he aprendido mi lección por las malas —Ella dio una risa forzada mientras su mirada se encontraba con la severa mirada de Jael.
—Bien —dijo Jean—. Oremos para que su estado actual dure más tiempo esta vez. Me aferraría a las hierbas ya que no las ha tomado en casi tres días y parece estar mejorando por su cuenta. Me hace preguntarme si realmente ayudaron.
—Estoy segura de que sí —ella respondió con una sonrisa.